Los jefes, ¿están entendiendo su nuevo rol de liderazgo?

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Algo está mal, de hecho bastante mal en como muchos jefes están entendiendo su nuevo rol de liderazgo y del tipo de cultura que están implementando en sus organizaciones. Por momentos parecería que todo esto que vivimos hoy en día solo se trata de un cambio de imagen extremo pero no en una verdadera y nueva forma de pensar.

Ya no hablemos de la la 'Gran Renuncia', dejémosla a un lado. Olvidémonos, solo por un momento, de convertir a las empresas en organizaciones conscientes. Mucho menos hablemos de si la cultura organizacional existe o no existe. Empecemos por una pregunta mucho más sencilla, ¿estamos escuchando?

He mencionado en otras ocasiones que la confianza y la comunicación, vistas no como un destino sino como un trayecto, en las empresas se construyen a partir de un elemento sencillo: La Escucha. Esto, la escucha, es algo que requiere tiempo, esfuerzo, un entorno organizacional que fomente de forma bi-direccional la comunicación abierta en todos los niveles y una decisión inquebrantable y constante para mantener conversaciones honestas a partir de la confianza.

¿A dónde quiero ir con esto? Los colaboradores están pidiendo ayuda a gritos para restablecer su salud mental y conseguir mayor equilibrio en sus vidas, y la respuesta de algunas organizaciones parece ser simple: pagar más, incrementar el salario y los bonos de desempeño. Y en esto último, ¿no hay responsabilidad de los empleados?, más de uno podría legítimamente cuestionar si no es la codicia lo que los hace mantenerse en sus desgastantes trabajos aún y el fuerte riesgo a su salud física y mental.

La respuesta es clara y sencilla: Si. Como mencioné líneas arriba, es una responsabilidad bi-direccional. El problema es que pocas personas tienen la claridad y decisión de declarar, de declararse a sí mismos, basta. Y el natural (¿?) deseo de los seres-humanos de poseer muchas cosas, especialmente riquezas o bienes, les impide salir del bucle.

Regreso a mi pregunta, ¿estamos escuchando? no lo creo. Wall Street puede ser la mejor forma de ejemplificar, aunque no la única, lo que sucede a nivel mundial. El ambiente laboral del mayor distrito financiero del mundo suele ser dibujado como un ecosistema con grandes niveles de estrés y de agotamiento. En agosto de 2013 el fallecimiento Moritz Erhardt, pasante de un importante banco con presencia multinacional que murió después haber estado laborando hasta las 6:00 a.m. durante tres días seguidos, solamente con un breve descanso en su casa antes de regresar nuevamente a la oficina, conmocionó a la industria financiera global e impulsó cambios muy importantes para cuidar los niveles de trabajo de sus empleados. Pero los viejos patrones se restablecen pronto, apunta Ginia Bellafante crítica y columnista estadounidense para The New York Times.

Y restablecer los viejos patrones significa que hoy en día los banqueros de inversión junior de otro coloso financiero declaran estar agotados por las semanas laborales de 100 horas. “Mi cuerpo me duele físicamente todo el tiempo y mentalmente estoy en un lugar realmente oscuro”, dijo un analista; parece que poco ha cambiado desde 2013.

La respuesta de la industria: bonificaciones más altas. Ginia Bellafante (The New York Times, 2022) menciona que en este segundo año de pandemia las bonificaciones alcanzarán el punto más alto “desde la Gran Recesión” donde los grandes bancos de inversión están aumentando los paquetes de compensación de un veinte a un cincuenta por ciento en comparación a los pagos del año pasado.

Esta vez, creo, podría ser diferente. Aún y con la lapidaria conclusión de Bellafante (aunque no por ello menos cierta) de que los viejos patrones se restablecen pronto, algunas personas están levantando la voz. “No sé si malestar es la palabra correcta, es este sentimiento incómodo” señaló, Geoff Boisi, un ex ejecutivo de Wall Street (Bloomberg, 2022); y no es el agotamiento de casi dos años de pandemia mundial, es también por la cautela del consumo ostentoso en una era de gran desigualdad.

Todo parece indicar que estos sentimientos de incomodidad ya se están reflejando en el mercado laboral. Un estudio del MIT Sloan (Toxic Culture Is Driving the Great Resignation, 2022) revela que empresas con una reputación de cultura saludable, incluidas Southwest Airlines, Johnson & Johnson, Enterprise Rent-A-Car y LinkedIn, están experimentando una rotación inferior al promedio durante los primeros seis meses de la Gran Renuncia. Por el otro lado, empresas más innovadoras, incluidas SpaceX, Tesla, Nvidia y Netflix, Goldman Sachs y Red Bull tienen tasas de deserción más altas.

Más que el salario, la compensación ocupa el puesto dieciséis de motivos de renuncia según el MIT Sloan, la cultura organizacional es un predictor mucho más confiable de la forma en que los empleados evalúan su permanencia en su empresa.

Entonces, ¿Cómo y con qué frecuencia estamos escuchando a nuestros colaboradores?

Epílogo.- Pocas personas tienen el arrojo y valor para salir del bucle laboral y decir “basta”. La semana pasada tuve el gran honor de conversar con Trixia Valle en su programa de televisión 'Piensa por ti'.Trixia compartió una vivencia personal muy poderosa que la llevó a estar laboralmente quemada, lo que la hizo terminar en el hospital con su salud muy frágil. A partir de ese momento hizo una declaración poderosa para enfocarse en lo más importante de su vida: ella.

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