Cuando hablamos de engagement (o compromiso) de los empleados hacia su organización generalmente pensamos en la conexión psico-afectiva que estos tienen con la empresa que laboran y en los beneficios económicos que le generan, ya sea en la atracción de nuevos clientes, en la innovación de nuevos productos o en la manera de volver eficientes los procesos que generan valor, así como los importantes ahorros en administración de personal con que contribuyen en dimensiones de retención, productividad, creatividad e innovación. En ocasiones al engagement se le visualiza como el valor añadido de los colaboradores (el medio) hacia la consecución de objetivos económicos (el fin) de la empresa. Y sí, es correcto que se visualice de esa forma ya que el objetivo final de las entidades económicas (por su propia naturaleza y definición) es la de generar valor a sus patrocinadores (es decir, sus accionistas), por lo cual una vez que una empresa genera valor a través de sus empleados, la alta d...