A partir de las conversaciones que hemos tenido acerca del futuro del trabajo hay un tema que no deja de darme vueltas y que de manera persistente regresa a mi pensamiento. Este tema es el relacionado con las capacidades digitales de nuestros empleados. En resumen, la falta de capacidades digitales en la gente (en general) acelerará la brecha digital y los estragos sociales causados por la desigualdad tecnológica, lo que ocasionará que miles de personas queden sin trabajo y sin nuevas oportunidades. Este tema para nada es nuevo, definitivo; entidades como la Organización Internacional del Trabajo (OIT) y el Foro Económico Mundial (FEM) vienen insistiendo en este tema desde hace ya algunos años. Los puestos de trabajo se están quedando obsoletos a una velocidad inusitada. Se estima que para los próximos años 75 millones de puestos de trabajo actuales sean desplazados por maquinas y algoritmos (FEM, 2018) ; para el 2022 se espera que cambien el 42% de las habilidades y competencias b