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El futuro del trabajo.

Cuando hablamos del futuro del trabajo (FT), ¿a qué nos referimos? Este término, “futuro del trabajo” ha sido una de las expresiones que mas se han utilizado en los últimos meses, e incluso se menciona que dicho futuro, finalmente nos alcanzó. 

Definitivamente, y por antonomasia, al escuchar esta frase lo primero que viene a nuestra mente es la disrupción tecnológica (IA, adquisición de datos, automatización) y lo que esto conlleva en temas de trabajo a distancia, flexibilidad, desaparición de oficinas como las conocemos hoy en día, etc. Pero el relacionar exclusivamente la voz “futuro del trabajo” con tecnología y flexibilidad laboral tiene implícito un sesgo llamado COVID-19.

Veamos, hasta antes del primer trimestre del 2020, ¿qué entendíamos por FT? En 2019 la Comisión Mundial Sobre el Futuro del Trabajo de la Organización Internacional del Trabajo (OIT), organismo especializado de las Naciones Unidas, enfatizó que el trabajo tal y como se entendía en ese momento (es decir, 2019) estaba en profunda transformación con dos grandes oportunidades: Evitar ahondar las desigualdades; y, aumentar la certidumbre laboral. Esto, según la OIT, se logrará transformando el Contrato Social entre empleados y empleadores atendiendo 3 premisas:

1. Asegura a los trabajadores una participación justa en el progreso económico.

2. Respeto de sus derechos. 

3. Protección de los riesgos a los que se exponen a cambio de su constante contribución a la economía.

¿Qué rol tienen los avances tecnológicos en el futuro del trabajo desde esta perspectiva? La tecnología, en el FT, tiene un papel esencial y fundamental; principalmente en asuntos como la tecnificación y la ecologización de las economías (OIT, 2019). La tecnificación (a partir de la inteligencia artificial, la automatización y la robótica) y la ecologización (con la adopción de prácticas sostenibles y tecnologías limpias) crearán riqueza y millones de puestos de trabajo. 

Dicho lo anterior, ¿el futuro del trabajo está en la tecnificación y la ecologización? No, estas tan solo son las herramientas habilitadoras (¿evolutivas?) del FT, el verdadero futuro consiste en cerrar la brecha de genero tan marcada que aún existe y revertir los estragos causados por la desigualdad; y si no tomamos medidas enérgicas, la tecnificación y la ecologización vendrán a deteriorar aún más estas brechas y desigualdades ya que los menos preparados y aquellos sin acceso a desarrollar nuevas competencias laborales perderán sus trabajos, y los empleados de países con industrias basadas en el carbón y en el uso intensivo de los recursos quedarán sin trabajo y sin nuevas oportunidades.

Entonces, ¿es tan sombrío el futuro del trabajo? Absolutamente no. Al contrario, aprovechar de manera positiva, pero enérgica, las oportunidad de esta revolución tecnológica nos ofrecerá un futuro prometedor (social y económicamente) y seguro (en términos ecológicos) que reforzará nuestro tejido social.

¿Cómo empezamos a contribuir para conseguir este futuro prometedor y seguro? La verdad es que no es tan complejo pero requiere mucha voluntad de todos los actores (empleados y empleadores). La OIT recomienda trabajar en tres ejes: 

1. Aumentar la inversión en las capacidades digitales de las personas para que puedan adquirir nuevas competencias, perfeccionarlas y reciclarse profesionalmente.

2. Garantizar un «salario vital adecuado» (Constitución de la OIT, 1919), límites máximos respecto a las horas de trabajo y protección en relación con la seguridad y la salud en el trabajo (¿Recuerdan la NOM-035?)

3. Incrementar la inversión en trabajo decente y sostenible.

Y al final, todo esto lo podemos lograr si con voluntad, pero principalmente lo conseguiremos con el adecuado (y de acceso universal) uso de herramientas tecnológicas (como la inteligencia artificial, la automatización y la robótica).

Epílogo.- Al referirnos al futuro del trabajo, siempre pensemos en la calidad de vida y justicia social de los colaboradores y sus familias. El FT en nuestras organizaciones debe estar centrado en los empleados. Situemos  a las personas y a su trabajo en el centro de las políticas económicas y sociales y de la práctica empresarial.

***

Esta columna, y por supuesto su autor, están felices de estar de regreso. Brindo por un año 2021 de re-invención y de re-conexión.

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Rogelio Segovia es fundador de Human Leader Contacto: rogelio@humanleader.mx 

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Comentarios

  1. La entrada de maneras de comunicacion inmediata a través de apps a generado nuevos trabajos y competencia entre sectores consolidados y los nuevos formatos

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