Para ganar mercado, primero ganemos a nuestros colaboradores. La integración de nuevas personas a nuestras organizaciones debe ser algo menos complicado que tirarse un clavado a una fosa a obscuras. Por eso actualmente las empresas migran de los tradicionales formatos de inducción y capacitación (unidireccional) a implementar formas más robustas mediante programas plurales de integración laboral (bidireccional); los cuales se les denomina onboarding. Pero al final, debemos mantenerlo práctico. Lo más importante en un programa de onboarding es conectar a la gente nueva con el propósito de nuestra organización. Es todo lo que un programa de este tipo necesita. Hagámoslo sencillo y conectemos gente para que puedan tomar sus propias decisiones; conozcan la misión, visión y valores; así como los objetivos estratégicos de la empresa y esté comprometido e inspirado. Conectar es la clave; crear redes para nuestros colaboradores. Y estas redes de conexión, confianza e inspiración ...