El tomar la decisión de cambiarme de trabajo no fue sencilla, después de más de 8 años en mi anterior empleo, recibí una atractiva oferta de trabajo a través de una importante agencia de reclutamiento, me compartió una persona con la que conversé hace poco. El proceso —continuó contándome— llevó casi seis meses y aunque la empresa que me ofrecía el trabajo, mi ahora empleador, tiene una gran reputación en la ciudad, me di a la tarea de llevar a cabo una minuciosa investigación acerca de su cultura y ambiente de trabajo. Fui muy juicioso en las entrevistas de selección, conversé con personas que laboran en la empresa que me hizo la oferta, investigué en diversos sitios de internet e incluso platiqué con algunos conocidos que están en el área de recursos humanos. La oferta era inmejorable, la empresa era el sueño de casi cualquier profesionista en la ciudad e incluso certificada como uno de los mejores lugares para trabajar en el país, así que acepté la oferta. Al día de hoy me sigo preg