Al día siguiente que Sergio Pérez, piloto de Fórmula 1 y que desde el 2018 corre para Racing Point, anunció su salida de la escudería británica, me topé con esta nota periodística: “La ingrata y fría decisión de Racing Point de cortar a Checo Pérez” No pretendo polemizar de lo “justo” o “injusto” de la decisión desde una perspectiva de “méritos” en razón de sesgos emocionales y personales, más bien abordaré ésta decisión desde un punto de vista empresarial que incluye aspectos deportivos, económicos y de “justicia” (que palabra tan compleja ésta la de justicia). ¿Cuáles fueron las reacciones que se desprendieron de esta decisión empresarial (si, empresarial)?: “La lógica empresarial se impuso”; “En los negocios los amigos son, desafortunadamente y casi siempre, sólo para sacar provecho de ellos, eso hizo Stroll (dueño de Racing)”; “Racing Point al enterarse que Vettel estaría libre el siguiente año, comenzó a salivar como perro pavloviano”; “Sergio Pérez salvó al equipo cuan...