«¿Es en serio que tengo que cuidar a mis empleados?, digo… no es que yo sea el señor negrero, pero… ¿no pueden cuidarse solos? ¡Ah! Y ahora resulta que si los señores y las señoras están estresados, ¡es mi culpa!... todavía que les doy trabajo».
La conversación anterior es un tanto cómica, y podría ser el dialogo del jefe de pelo puntiuagudo de Dilbert, pero no, desafortunadamente no es producto de alguna viñeta o tira cómica. Tampoco fue un sentir aislado; de hecho, fue un sentir bastante amplio, tanto de empleadores como de algunos medios de comunicación, cuando entró en vigor la NOM-035. Tan es así que algunos encabezados eran un tanto estridentes: “Entra en vigor norma que obliga a a las empresas a cuidar tu estrés”, “¿Quieres evitar una multa de hasta 535 mil 350 pesos?, no estreses a tus empleados”, “Si tu empresa te estresa…demándala”
¿Y fue así?, no. Tan no fue así, que una vez se leyó y entendió la norma, la reacción generalizada fue algo como, «la verdad es que no es algo muy diferente a lo que debería hacer por mis empleados, con norma o si ella». Esta regulación nos trajo al nivel de la conciencia la importancia de contar con un entorno que impulse el bienestar de los colaboradores entendiendo que cada uno de nosotros vemos el mundo de diferentes maneras, lo que sin duda incide en productividad, relación con compañeros y clientes y por supuesto, la obligación de cuidar a los empleados (seres-humanos, personas… como tu y como yo) a quienes no lo hacían.
Y un año y medio después ahí vamos de nuevo con la nueva regulación del teletrabajo en México (Artículo 330-A a 330-K de la LFT): “Desde hoy, tu patrón debe pagar tu internet y parte de la luz”, “Incrementan carga a las empresas, deberán efectuar el pago de luz e internet del trabajador”. ¿Pero sabes qué? Esta regulación también es positiva, veamos:
1. Armoniza con el futuro del trabajo y su contrato social al respetar los derechos de los empleados; reconocer el esfuerzo personal y económico de las familias que empezaron a trabajar desde casa; y, evita ahondar en desigualdades laborales.
2. Formaliza la opción de home office y ayuda a disminuir la brecha de género.
3. Reconoce el equilibrio integral de vida-trabajo con el respeto a los horarios laborales y el derecho a la desconexión al término de la jornada.
Epílogo.- ¿Qué la NOM-035 en su momento, o la reforma del Teletrabajo pueden ser perfectibles? ¡Desde luego!, y de hecho, aún hay muchos retos y mejoras por hacer, todo (y todos) es infinitamente perfectible. El ser perfectibles es lo que a nosotros, y a nuestras obras, nos hace humanos.
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Rogelio Segovia es fundador de Human Leader Contacto: rogelio@humanleader.mx
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