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20% de los colaboradores se sienten miserables en su trabajo

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De forma habitual, en mis talleres, conferencias y clases, suelo incentivar la participación de los asistentes a través de preguntas, la mayoría de ellas bastante pragmáticas y un tanto enfocadas a explorar las emociones de las personas. Una de las que suelo hacer con bastante frecuencia es “¿cuáles son los motivos por los que los empleados renuncian a sus empleos?” Generalmente las respuestas se basan en dos motivos, el primero de ellos es que los empleados “renuncian a su jefe y no a la empresa” y el segundo, uno de mis favoritos por genérico, confuso e indescifrable, es la de “por motivos personales”.

Ya en otra ocasión he abordado la cuestión de ¿por qué los colaboradores renuncian a su empleo? Donde, en resumen, afirmo que la gente renuncia a la empresa, pues es ésta la que permite que en su ecosistema existan y permanezcan los jefes tóxicos y los pequeños tiranos.

Guillermo Ceballos, Socio Director de Talentika, apuntó hace unos días que “por cada historia de terror que se lee de los jefes, hay otras 10 buenas historias de líderes que lo hicieron bien, la cosa es que las buenas historias no se viralizan como las malas”; y seguramente esto es así, desafortunadamente quienes reciben una mala experiencia son las personas y no las estadísticas; y las historias de terror a que hace mención Ceballos, anidan en nuestro mundo emocional, no en el cognitivo.

De acuerdo a Enrique Pallarés (2015) nuestra memoria es selectiva, por eso recordamos sólo lo que es más significativo para nosotros; y cuando recordamos algo, no somos como un aparato reproductor de sonido o de imagen que reproduce lo que se grabó. Al recordar no reproducimos con exactitud, sino que reconstruimos o, incluso, construimos. Nuestro estado afectivo, las preguntas que nos hacen o nos hacemos, el contexto cultural donde vivimos, influyen en el momento de recordar y en lo que recordamos. Esto, nos provocan distorsiones y falsos recuerdos.

¿Y a dónde van a parar estas distorsiones y falsos recuerdos? principalmente a las redes sociales de quien se siente afectado; lo que hace que esas “injusticias y malos tratos” también se aniden en el mundo emocional de las personas que conectan presencial o virtualmente con quien las “víctimas de injusticias y malos tratos”. ¿Qué tan rápido se propaga una mala experiencia? el 95% de las personas comparten sus malas experiencias laborales, de un producto o de servicio (Dimensional Research) utilizando de manera principal las redes sociales.

De ahí que una sola “historia de terror”, de las que habla Guillermo Ceballos, ocasione el efecto de onda transversal similar a las ondas o círculos que se forman en el agua de un estanque cuando dejamos caer una piedra.
¿Cómo afecta esto a las empresas? Si he de responder de forma cualitativa, diría que terriblemente. Pero si optamos por datos duros, también diría que terriblemente. De acuerdo a Gallup el 60% de las personas están emocionalmente desapegadas del trabajo y el 19% se sienten miserables (State of the Global Workplace: 2022 Report). Y, si como menciona el reporte, tomamos en cuenta que la mayoría de nosotros dedicamos a trabajar 81,396 horas de nuestras vidas y a lo único que dedicamos más tiempo es a dormir, debemos preguntarnos: ¿queremos que el 20% de nuestros colaboradores se sienten miserables? Lo bueno es que otro 60% tan solo están emocionalmente desapegados (esto último, sarcasmo).

¿Esto lo está causando el jefe o la empresa? Es lo de menos, en lo que debemos poner atención es que el dolor del trabajo ha provocado que las personas inventen nuevas formas de alejarse lo más posible del trabajo (trabajo remoto o semanas laborales de cuatro días). Gallup sugiere que le haga a sus empleados tres preguntas acerca de cómo se sintieron ayer en el trabajo: ¿sentiste estrés?; ¿te sentiste preocupado?; ¿sentiste dolor físico?; ¿estuviste iracundo? Las respuestas son, por decir lo menos, preocupantes y devastadoras. Al estrés si el 59%, el 56% si a sentirse preocupado, un 33% sintió dolor; y, un 31% tuvo un sentimiento de ira.

El hilo conductual, según el propio Gallup, a todo esto es: “el jefe”, consigue uno malo y casi seguro que odiarás tu trabajo.

Epílogo.- QUE SIEMPRE SÍ LLEGÓ. De acuerdo a una nota del periódico El Financiero (junio 16, 2022) La ‘gran renuncia’ llegó a México donde el 41% de las empresas están registrando salidas ‘inusuales’ de empleados, impulsadas por el exceso de trabajo y el desgaste físico y mental. Un 71% por ciento de los colaboradores considera que piensa permanecer en su empleo actual en lo que encuentra otro empleo.

---𝚁𝚘𝚐𝚎𝚕𝚒𝚘 𝚂𝚎𝚐𝚘𝚟𝚒𝚊, 𝙳𝚘𝚌𝚝𝚘𝚛 𝚎𝚗 𝙵𝚒𝚕𝚘𝚜𝚘𝚏í𝚊 𝚌𝚘𝚗 𝙰𝚌𝚎𝚗𝚝𝚞𝚊𝚌𝚒ó𝚗 𝚎𝚗 𝙴𝚜𝚝𝚞𝚍𝚒𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙲𝚞𝚕𝚝𝚞𝚛𝚊, 𝚎𝚜 𝚏𝚞𝚗𝚍𝚊𝚍𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝙷𝚞𝚖𝚊𝚗 𝙻𝚎𝚊𝚍𝚎𝚛, 𝚂𝚘𝚌𝚒𝚘-𝙳𝚒𝚛𝚎𝚌𝚝𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝚃𝚑𝚒𝚗𝚔 𝚃𝚊𝚕𝚎𝚗𝚝, 𝙿𝚛𝚘𝚏𝚎𝚜𝚘𝚛 𝚍𝚎 𝙲á𝚝𝚎𝚍𝚛𝚊 𝚍𝚎𝚕 𝙸𝚃𝙴𝚂𝙼 𝚢 𝙿𝚛𝚎𝚜𝚒𝚍𝚎𝚗𝚝𝚎 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙲𝚘𝚖𝚒𝚜𝚒ó𝚗 𝚍𝚎 𝚁𝚎𝚌𝚞𝚛𝚜𝚘𝚜 𝙷𝚞𝚖𝚊𝚗𝚘𝚜 𝚍𝚎 𝚕𝚊 𝙲𝙾𝙿𝙰𝚁𝙼𝙴𝚇, 𝙽𝚞𝚎𝚟𝚘 𝙻𝚎ó𝚗---

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