Ir al contenido principal

Los humanos: ¿sobreviviremos a la IA?

La llegada de nuevas tecnologías como la Inteligencia Artificial Generativa (IA) ha traído una vez más, pero ahora de una manera muy especial, la preocupación y relevancia de que los seres humanos nos comuniquemos con seres humanos.

Primero, un poco de contexto: ¿Qué es Inteligencia Artificial Generativa? Básicamente, es a lo que hoy de manera genérica nos referimos como ChatGPT (aunque lo cierto es que esta es solo una de muchas marcas comerciales de IA más). La IA Generativa es una rama de la Inteligencia Artificial que se enfoca en la creación de contenido original y creativo por parte de las máquinas. Es decir, hemos transitado de una IA que simplemente seguía patrones o reglas predefinidas a una que tiene la capacidad de aprender y generar contenido autónomamente, como imágenes, música, texto, videos y más, que pueden parecer creados por humanos.

¿Por qué esto ha causado un revuelo tal para que incluso personalidades como Elon Musk y Yuval Noah Harari hayan firmado una carta solicitando el pausar inmediatamente, y durante al menos seis meses, el entrenamiento de la IA por considerar que está “fuera de control” y que presenta “riesgos profundos para la sociedad y la humanidad”?

______________________________________

Quizá pueda Interesarte:

Rogelio Segovia: Y ahora, ¿qué hacemos con la Inteligencia Artificial?______________________________________

Bueno, después de algunas semanas de aquella publicación podemos empezar a entender los motivos detrás de algunos de los firmantes. En el caso del Sr. Elon Musk (y de cuyos motivos no dedicaré mucho espacio, esta vez) es por un tema de negocios: Alguien más se le adelantó con una tecnología disruptiva que llenó todo espacio de conversación, desde filosóficos hasta económicos y políticos. 

Actualmente, el Sr. Musk trabaja a marchas forzadas para lanzar TruthGPT, un producto de IA Generativa para competir con Microsoft y Google, y ya ha invertido mucho dinero en el hardware y los ingenieros necesarios para lanzar, al parecer, esta alternativa en Twitter. Es importante destacar que el Sr. Musk, quien fue uno de los cofundadores de OpenAI, (creador de ChatGPT) dejó la empresa en 2018, antes de que esta aplicación se convirtiera en el rock star de la IA.

Pero en esta ocasión me quiero referir a los motivos de Yuval Noah Harari, Autor y Profesor de la Universidad Hebrea de Jerusalén. En principio me sorprendió que él fuera uno de los abajo firmantes, sobre todo por algunos de “los otros” abajo firmantes. Intuyo que no fui el único sorprendido, y en el transcurso de los siguientes días Yuval dio algunos indicios de su punto de vista.

Veamos, a los pocos días del revuelo de aquella carta, el historiador Harari publicó (Twitter, abril 03, 2023) que “el peligro es que si invertimos demasiado en el desarrollo de la inteligencia artificial y muy poco en el desarrollo de la conciencia humana, la muy sofisticada inteligencia artificial de las computadoras solo podría servir para potenciar la estupidez natural de los humanos”.

Y ayer domingo el diario The Telehraph (abril 23, 2023) publicó una charla con el historiador israelí, quien de manera lacónica sentenció: “No sé si los humanos pueden sobrevivir a la IA”. En esta entrevista, Harari resalta que su preocupación principal es que los seres humanos pierdan el monopolio de las narrativas intangibles; el secreto, según el autor, del ascenso y dominio del Homo sapiens sobre otras especies. 

—Trata de imaginar —apunta el autor en la conversación, —lo que significa vivir en un mundo donde la mayoría de los textos, melodías, series de televisión e imágenes son creadas por una inteligencia no humana. Simplemente, no entendemos lo que significa. ¿Cuáles podrían ser las consecuencias de que la IA tome el control de la cultura?

Es por lo anterior que muchas personas, incluyendo Harari, están pugnando por tener una regulación que nos permita entender las implicaciones que la IA tendrá en nuestras vidas; no solamente en el tema cultural, también en el laboral. “Otro peligro es que muchas personas se queden completamente sin trabajo, no solo temporalmente, sino que carezcan de las habilidades básicas para el futuro mercado laboral. Podríamos llegar a un punto en el que el sistema económico vea a millones de personas como completamente inútiles” señaló Harari.

______________________________________

Quizá pueda Interesarte:

Rogelio Segovia: ¿Debemos tenerle miedo a la Inteligencia Artificial?

______________________________________

Y esto tiene que ir más allá de una simple autorregulación, ya que “esperar que la industria tecnológica se regule a sí misma es algo iluso”, mencionó Yuval antes de rematar que todo esto de la IA “está sucediendo tan rápido que la mayoría de las personas ni siquiera comprenden lo que está sucediendo. Necesitamos asegurarnos de que la inteligencia artificial tome buenas decisiones sobre nuestras vidas. Esto es algo de lo que estamos muy lejos de resolver”.

Regreso a la pregunta que hice en este mismo espacio hace algunas semanas, ¿Debemos tenerle miedo a la Inteligencia Artificial?

Epílogo.— La semana pasada se llevó a cabo con gran éxito la primera temporada en México de DisruptHR Monterrey en dónde presenté, en tan solo cinco minutos y con cronómetro en mano, mi charla Los mexicanos, ¿somos mediocres? Felicidades, Daniel Ordaz y Adrian Canales por traer a México esta plataforma.

_____

Suscríbete a nuestro Newsletter semanal, un espacio donde te compartimos historias para conectar, experiencias para aprender, y vivencias para inspirar📍https://bit.ly/3BSriyd


Comentarios

Entradas populares de este blog

¿Por qué debemos estudiar humanidades?

Foto: Internet. ¿Qué son las humanidades? Las humanidades  pueden definirse y por lo tanto estudiarse desde una perspectiva académica; una publica como política de gobierno; o, desde una clasificación gubernamental-estadística para fines laborales. Bod, R. al preguntarse [1] ¿Qué son las humanidades?; señala que estas “son como la noción de "tiempo" en San Agustín: si no preguntas, lo sabemos, pero si preguntas, nos quedamos con las manos vacías” pero también apunta que “desde el siglo XIX, las humanidades generalmente se han definido como las disciplinas que investigan las expresiones de la mente humana”. Esta vaguedad trae a la mente la definición de Heidegger [2] del "ser" ya que “no sabemos lo que quiere decir "ser"; pero ya cuando preguntamos ¿qué es "ser", nos mantenemos en cierta comprensión del "ser"” Entonces, ¿no se puede define que son las humanidades?  La mayoría de las definiciones se centran en las ra...

Observo, luego existo.

“Abre tus ojos y tu corazón a todas las inquietudes humanas, ninguna es ajena al coaching” Julio Olalla. He iniciado un viaje; no un viaje cualquiera. Este viaje no requiere de maletas, reservaciones o pasajes de avión; es más, ni siquiera es necesario tomar el carro para llegar a algún lado. Y sin embargo este viaje es más complejo, escarpado, con pronunciadas hondonadas y trayectos estrechos que cualquier otro que recuerde; he iniciado un viaje al vientre de la ballena. Y a diferencia de Jonás que exclamó a los asustadizos marineros de la atribulada embarcación que amenazaba con naufragar: “Tomadme y echadme al mar”, en mi caso fue por voluntad propia que decidí dar el salto rumbo al vientre de la ballena; un viaje de 9 meses, con sus días y su noches.  He iniciado el trayecto del ACP-el arte del coaching profesional;  un programa de formación y certificación de coaching ontológico con Julio Olalla (newfield network) a través de un proceso de aprendizaje transform...

Vuelo privado con American Airlines

MONTERREY, N.L. Diciembre 10, 2014 (Sala de última espera del aeropuerto). —Todos los grupos pueden abordar ahora el vuelo 1272 con destino a Dallas, Texas— advirtió de forma divertida, pero protocolaria la representante de American Airlines; tomó con formalidad mi pase de abordar y pasaporte; escaneó el primero y levantó el segundo a la altura de mi rostro para cotejarlo. Terminada la rutinaria revisión me sonrió al tiempo que apuntaba —Bienvenido Señor Segovia— Recorrí de forma rápida el anden de abordaje encontrando a mi paso rostros que reflejaban una mezcla de diversión y sorpresa para llegar finalmente a la puerta del avión y confirmar que tenía un flamante, nuevo (y vacío -por cierto) Airbus 319 a mi entera disposición. Los tres sobrecargos, Cindy, Linda y Julio, me recibieron con sendas sonrisas, tomaron mi abrigo y cuando iba rumbo a mi lugar, me invitaron a tomar asiento en primera clase; un ascenso previamente autorizado por el piloto de la aeronave. Me s...