Una Organización Emocionalmente Responsable (OER) es aquella que vincula el bienestar emocional de sus colaboradores (identificando, analizando y previniendo los riesgos psicosociales) con la estrategia de la organización para alcanzar las metas y resultados económicos y sociales de una empresa.
Antes de abordar cómo crear OER destruyamos un par de mitos al respecto. El primer mito al hablar de crear organizaciones emocionalmente responsables (OER) con sus colaboradores es que esto, total y absolutamente, no es responsabilidad de recursos humanos. El segundo mito es que no es responsabilidad de la organización…no, en definitiva tampoco lo es.
Creer que recursos humanos es, per se, el responsable de crear una organización emocionalmente responsable es tanto como considerar que la tecnología es la responsable del éxito o fracaso económico de una empresa. La tecnología, al igual que RRHH en el caso de construir una OER, es tan solo el brazo habilitador hacia los miembros de la organización. También afirmo que la “organización” no es la responsable de crear esto; no olvidemos que la empresa es una ficción jurídica de carácter económico, y las ficciones jurídicas no tienen emociones, ni interés en ellas. ¿Entonces? son las personas que la integran, esa red cerrada de relaciones, cambios y conversaciones que tienen y sienten emociones, las responsables de constituir organizaciones emocionalmente responsables.
¿Por qué es relevante esta distinción o desmitificación?, desde un punto filosófico tiene que ver con el “yo”, es decir, como ser-humano autoconsciente; y, desde un punto de vista empresarial estamos hablando de accountability, esto es, de tener la capacidad para responder frente a mis actos, la habilidad para tomar mis decisiones. No es lo mismo decir que alguien mas (mi jefe, RRHH, la empresa) es responsable del entorno emocional de la empresa, a decir que yo soy responsable y consciente de mis emociones y de mis acciones.
¿Cómo construir una OER? Hay que trabajar desde dos dimensiones, una procesal-organizacional, y otra afectivo-emocional.
La procesal-organizacional, que no me detendré mucho, es la responsabilidad habilitadora de RRHH y tiene que ver con capacidades organizacionales en el cumplimiento de la NOM 035 de riesgos psicosociales en el trabajo (por cierto, ¿recuerdan cuando recién salió esta norma como algunas personas pusieron el grito en el cielo exclamando un “¡ahora me van a obligar a tratar bien a mis empleados!”?) enfocado en recapacitar colaboradores, rediseñar la forma de trabajo, aprovechar modelos híbridos de trabajo, modelos ágiles de gestión y procesos de adaptación al cambio.
La afectivo-emocional se enfoca en que cada miembro de la empresa entienda (accountability) la manera en que sus emociones, acciones y conversaciones repercuten en el accionar y bienestar de sus compañeros y por ende en los resultados, desempeño y rendimiento de la organización. Soy responsable de mi pensar, sentir y actuar, me guste o no, los culpables no existen (Elle Ferreira).
¿Cómo me puedo hacer responsable de mi y de mi entorno emocional? Utilicemos la técnica “dejar aparecer-conocer-entender”. Dejemos aparecer las emociones que no nos dejan ver o escuchar para actuar seria y responsablemente en cualquier circunstancia. Abramos nuestro mundo y nuestra mirada a conoceres y saberes distintos a los propios, dejémonos sorprender; y, finalmente entendamos que mi saber y mi conocer es lo que da sentido a lo que digo, a lo que siento y a como hago sentir a los demás.
Epílogo.- ¿Cuál es el fin último de tener OER? Ser felices. De lo que se trata es de que cada uno de nosotros sea feliz.
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Rogelio Segovia es fundador de Human Leader Contacto: rogelio@humanleader.mx
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