¿Existe un mapa para ser feliz? Al parecer ni siquiera existe una definición, o al menos no una uniforme de lo que es la felicidad, mucho menos un mapa que nos guie. Incluso, para evitar el confuso, abstracto y poético término de “felicidad” se ha preferido utilizar principalmente en ámbitos empresariales y políticos el término de “bienestar”; es más sencillo, no presenta mucha profundidad filosófica, e incluso se puede medir con modelos matemáticos.
¿Pero no se supone que la felicidad es el fin último del ser-humano, ser-persona? Personalmente estoy convencido que sí, no creo que haya alguien que no quisiera ser feliz. Entonces, ¿Qué es la felicidad? Dependiendo de la fuente que se consulte, la felicidad es considerada como una sensación subjetiva ya sea de placer (satisfacción espiritual y/o física), o de sentido (alcanzar una meta deseada).
Dentro de la subjetividad de lo que se entiende por felicidad, Séneca (65 d.C.) apuntaba que cada persona posee una respuesta, y Aristóteles (348 a.C.) señaló que “la felicidad depende de nosotros mismos”; entonces, si la felicidad es el fin del ser-humano, y es un tema subjetivo relacionado con aspectos de sentido, pertenencia y placeres materiales y espirituales, ¿por qué existen personas que han alcanzado el placer, el bienestar económico y los honores, pero no son felices? Básicamente, y a mi entender, porque no siempre somos responsables y conscientes de “mi-yo”.
Estamos a pocos días de cerrar el 2020, un año complejo e inesperado pero que nos deja grandes lecciones de vida, una de ellas es la re-definición de lo que para cada uno de nosotros significa la felicidad. Quizá no hemos sido conscientes de esto, y es probable que ni siquiera hayamos pensado en específico en redefinir lo que significa felicidad, pero es innegable que hemos transitado en un estado de reflexión profunda y solidaridad donde estamos seguros (esto es, hemos tomado consciencia) que seremos personas diferentes a como llegamos a esta crisis, ¿en qué sentido? Esa, es la gran pregunta, y el no tener respuesta alguna está bien, muy bien de hecho.
Ahora sigue darle sentido a este nuevo estado de consciencia, de búsqueda de la felicidad. No existe mapa, no hay alguna ruta marcada, pero si hay algunos signos distintivos que nos pueden dar un norte, los puntos por los que debemos pasar para responder nuestra pregunta de sentido y llegar a la felicidad, fin último de del ser-humano, son cinco (Goñi Zubieta, 2003):
- Amor; la persona que no ama, que no se da al otro, se engaña si cree sentirse feliz.
- Placer; no debe confundirse placer con felicidad, pero el pacer es bueno y acompaña a la felicidad.
- Alegría; aquella que surge de nuestra paz y serenidad interna.
- Humanidad; viviendo lo humano y ético de nuestra vida.
- Trascendencia; la felicidad rodea nuestra existencia, presente y futura.
Al ser responsable y consciente de “mi-yo” y mi entorno, ya estoy empezando a ser feliz.
Epílogo.- Nota del autor: y no, la felicidad tampoco se mide en likes.
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Esta columna se tomará algunos días de vacaciones. Estaré de regreso en enero 2021.
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Rogelio Segovia es fundador de Human Leader Contacto: rogelio@humanleader.mx
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