De acuerdo, el inicio de un año
nuevo y de una nueva década no se trata mas que de una vuelta al sol (o de 10
vueltas en el caso de la década). Es más, la segunda década del siglo acaso
terminó en 2019 o quizá terminará en 2020 (la RAE asegura
que la década terminará con el 2020). Más allá de todo esto, quiero
resaltar que los ciclos son importantes, nos permiten poner metas y cerrar
etapas; así que más allá de estériles intentos por dirimir discusiones
epistolares exploremos los grandes temas sobre los que estaremos conversando
este año y que les compartí en mi video Aprendizajes
2019 | Retos 2020.
1) Transformación digital.
2) Experiencia del colaborador.
3) Cultura.
4) Sesgos inconscientes.
1) Transformación digital. Ya estamos inmersos en la revolución
industrial 4.0, vivimos en un mundo sensorial que incluye: Big Data,
inteligencia artificial e Internet de las cosas. Ante esto, debemos centrarnos
en dos cosas: primero; desarrollar
competencias digitales y dar forma a la nueva composición de a los roles y
funciones de los Colaboradores; y, segundo; aprovechar este mar de datos e
información para convertirlo en poder de datos que nos provea de conocimiento y
acción para tener una mejor ventaja competitiva en la toma de decisiones.
Muy importante, todo esto no significa que los robots vayan a
tomar nuestros trabajos. Cada revolución industrial en el pasado, ayudó a crear
más riqueza y empleos. De hecho, y de acuerdo al World
Economic Forum, para el 2022 unos 75 mil roles habrán desaparecido,
pero se crearán 133 mil nuevos roles (algunos de ellos que incluso aún no
conocemos).
2) Experiencia del colaborador. De acuerdo a KPMG, los
colaboradores de nuevo ingreso esperan una experiencia en el trabajo a “nivel
del consumidor”, de ahí el nuevo enfoque en el trabajo donde “el colaboradores
primero, y el cliente después”. No obstante, esto no debe ser una estrategia de
recursos humanos, esto tiene que ser una iniciativa clave de toda la
organización; así, se conseguirá de forma
exitosa una conexión entre la experiencia del cliente y la experiencia del
consumidor con la experiencia de proveedores y de las comunidades donde las
organizaciones interactúan (hoy en día, el
propósito de una empresa es servir no solo a los accionistas, sino también
a otros cuatro grupos de partes interesadas: colaboradores, clientes,
proveedores, y comunidades.
3) Cultura. Tanto por decir de la cultura y en ocasiones tan poco
lo que se hace. Si la cultura es “la forma en que aquí se hacen las cosas”,
hagamos que esa forma de hacer las
cosas sea sostenible, valiosa, y diferenciadora. La
cultura es lo que marcará la
diferencia entre aquellas organizaciones con capacidad para atraer y retener
colaboradores contando con una sostenibilidad económica a través del tiempo.
4) Sesgos inconscientes. ¡Vivimos en mundos interpretativos! El sesgo
inconsciente básicamente es entender el
observador que soy, es decir, tener conciencia que dado que soy quien yo soy (ya sea mi educación,
mi familia, mis estudios; y en general mi contexto) actúo como actúo; hago juicios y tomo decisiones, la mayoría de las
veces, sin darme cuenta y ser consciente de ello. Entender esto es vital, ser
conscientes, y actuar en consecuencia es necesario para evitar discriminación
que resulte en una pobre toma de decisiones en las organizaciones. Debemos
movernos en el entrenamiento, aprendizaje, y creación de conciencia de nuestros
hechos para ver el mundo con otros ojos, con nuevos ojos.
Epílogo.- Hace un par de
días me preguntaron por qué en los grandes
tema a conversar en el 2020 no incluí el tema de aprendizaje y desarrollo
de talento. Para mí el aprendizaje y desarrollo es esencial en las
organizaciones. Es, en esta época de capacitación y aprendizaje continuo personalizado,
el elemento clave de la experiencia del Colaborador.
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