Un viaje de siete días, por siete países, en siete renglones.

El viaje no termina jamás. Sólo los viajeros terminan. Y también ellos pueden subsistir en memoria, en recuerdo, en narración... El objetivo de un viaje es sólo el inicio de otro viaje.

J. Saramago

¿Por qué este juego?

Por diversión y cultura, y porque en días pasados, Oscar, colega de la oficina, me comentaba que estaba conociendo un país diferente por día. Esta idea le surgió del un ejercicio que leyó en sus redes sociales, donde debía poner el nombre de un país, por cada letra de tu nombre. La idea me pareció genial, sobre todo si primero selecciono —como lo hizo Oscar— un país que no conozco; y segundo, me adentro en dicho país desde una perspectiva distinta a como generalmente lo haría, es decir desde alguna de sus historias o leyendas. Así que aquí estamos, siete días, siete países en siete renglones uno por cada letra de mi nombre.

Día uno; letra R; País: Rumania.

Día dos; letra O; País: Omán.
Día tres; letra G; País: Gabón.
Día cuatro; letra E; País: Eslovenia.
Día cinco; letra L; País: Laponia (Noruega, Rusia, Suecia, Finlandia).
Día seis; letra I; País: Islandia.
Día siete; letra O; País: Otomano (Imperio).

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