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Los m谩s complejo de las oficinas: tus compa帽eros

馃煝 Publicado originalmente en el peri贸dico El Financiero - Bloomberg

Seamos brutalmente honestos, ning煤n empleado m谩s o menos racional dir铆a que lo que m谩s detesta de ir a la oficina son las personas con las que cohabita, esto es, convivir con sus molestos compa帽eros de alrededor. 

Desde que existen las oficinas, se nos moldearon varios comportamientos o c贸digo de etiqueta para convivir en ambientes laborales. Quiz谩 el m谩s importante es de la de ser comedidos o prudentes para que un grupo relativamente grande de personas (compartiendo comedores, elevadores, ba帽os y otras 谩reas comunes) puedan convivir. 

No solo se nos exige ser prudentes, tambi茅n se nos pide (aunque con menor vehemencia) seguir ciertas reglas de comportamiento, orden y limpieza. Aquella persona que suele dejar migajas en la mesa del comedor despu茅s de la hora del almuerzo, la cucharita del caf茅 escurriendo sobre la barra de la estaci贸n de snacks, quien habla con un tono de voz demasiado alto por el tel茅fono, o que incluso no se lava las manos despu茅s de ir al ba帽o, probablemente ser谩 conocida como una persona descuidada, poco higi茅nica y quiz谩, desconsiderada, pero no m谩s que eso. 

En cambio, a aquella persona que pide a otros (o se queja con el departamento de recursos humanos) que limpien la mesa, dejen la cucharilla del caf茅 en la basura, que bajen un poco la voz, o que se laven las manos despu茅s de ir al ba帽o, ser谩 identificada como conflictiva, intolerante, poco adaptable, si no es que m谩s.

Imagina por un momento que acudes al Royal Albert Hall, una de las salas de conciertos m谩s prestigiosas del mundo, a escuchar la 贸pera Dialogues des Carm茅lites de Francis Poulenc, la historia de un grupo de monjas carmelitas que enfrentan la persecuci贸n religiosa durante la Revoluci贸n Francesa. 

Acudes vestido de manera elegante y formal con traje oscuro o esmoquin en los hombres, o vestido de noche o trajes de gala en el caso de las mujeres. Antes de iniciar, la gente charla en el vest铆bulo en voz baja; y una vez que se permite el acceso a la sala, la audiencia se dirige hacia sus asientos en un silencio respetuoso. Cuando el tel贸n se alza, se establece un silencio absoluto en el teatro. Los espectadores est谩n completamente absortos en la actuaci贸n. El p煤blico escucha con reverencia, y la atm贸sfera es cargada de expectaci贸n.

De repente, una extra帽a fragancia, de manera sutil y desagradable, empieza a inundar el ambiente, una nota discordante en la escena que distrae tu atenci贸n; un aroma invasivo y aceitoso se va abriendo paso en el aire como una presencia no deseada, perturbando la armon铆a del lugar. De repente, el sonido discordante de una persona, masticando ruidosamente, rompe toda tu atenci贸n, esfumando la ilusi贸n de tranquilidad que hab铆a reinado hasta ese momento: alguien est谩 masticando crujientes palomitas de ma铆z. 

Aunque la anterior es una imagen que dif铆cilmente podr铆as imaginar, no es ficci贸n, sucedi贸 la semana pasada en Londres. “Es ruidoso, maloliente, intrusivo y completamente inapropiado” dijo la cr铆tica de m煤sica cl谩sica Jessica Duchen. “Completamente inaceptable”, dijo otra persona. 

Entonces, ¿por qu茅 en las oficinas tenemos que aguantar a colegas ruidosos, malolientes o molestos? Definitivamente en una oficina la manera de lidiar con estas cosas es un poco m谩s complicado que en la 贸pera. En el teatro no estar谩s m谩s que unas pocas horas, en la oficina pasas una tercera parte de tu d铆a (u 81,396 horas de tu vida). 

Hilo dental usado olvidado en el lavamanos del ba帽o, el sonido de una persona cort谩ndose las u帽as (o peor a煤n, restos de u帽as en la sala de juntas) y el penetrante olor de cebolla y guisos en los tacos de los viernes son parte de la cultura organizacional que hay que tolerar con estoicismo so pena de que te digan que no sabes colaborar en equipo.

¿Ser谩 esto, el tener compa帽eros molestos, uno de los grandes motivos por los cuales la gente se niega a regresar a la oficina? Aparentemente s铆. Un estudio publicado en junio (Working from Home Around the Globe: 2023 Report) mostr贸 que uno de los primeros cinco motivos por los cuales las personas quieren trabajar desde casa es por el “tiempo de tranquilidad individual”. Por otra parte, la fuente m谩s confiable de angustia entre los compa帽eros de trabajo es el ruido: masticar ruidosamente, estornudos fuertes, m煤sica a todo volumen, chasquidos fuertes de la lengua y aporrear ruidosamente el teclado.

Si aun as铆 se insiste en regresar a las oficinas, y sentarnos en modernos espacios abiertos para reducir costos (perd贸n, para incentivar la innovaci贸n y comunicaci贸n), ¿c贸mo normar este tipo de molestos comportamientos?

Ep铆logo.— ¿Por qu茅 subir el aguinaldo tan solo de 15 a 30 d铆as?, ¿Por qu茅 en vez de disminuir la jornada de 48 a 40 horas, no la reducimos a 25?, ¿Y qu茅 30 d铆as de vacaciones no desde el primer a帽o, sino desde el primer d铆a de labores? Si de ocurrencias se trata.

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El autor es Doctor en Filosof铆a, fundador de Human Leader, Socio-Director de Think Talent, y Profesor de C谩tedra del ITESM. 

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