Si no te apellidas Musk y no te llamas Elon, probablemente esta estrategia de negocio no sea recomendable para ti.
Ser el nuevo CEO de una organización suele ser un torbellino. Básicamente, se puede llegar de dos maneras a ser director general, independientemente de que seas o no seas dueño de la organización: asciendes por primera vez a la posición desde un nivel de la C-Suite o equipo de liderazgo, o tomas la posición después de ya haberla desempeñado en otra organización.
Lo anterior puede resultar por demás simplista, pero en el fondo no lo es tanto. Dependiendo de este hecho crucial cambiarán muchas de las decisiones y acciones que la persona debe tomar. También es importante considerar el hecho de si la persona proviene de la misma organización o viene de afuera. Un cambio de líder en una empresa siempre es un tsunami para la organización. La estrategia estará bajo revisión, el equipo de liderazgo bajo observación, y en general toda la empresa estará a la expectativa de los cambios que se llevarán a cabo.
Vanidad, mi pecado favorito…
Toda persona al tomar un nuevo reto suele hacer cambios. Es necesario hacerse notar, y sobre todo justificar, que su elección fue la mejor elección posible. En esto hay un poco de orgullo. Hay una necesidad casi innata, y totalmente humana, de comportarse de manera ostentosamente hábil y segura con la intención de impresionar a los demás, es decir, marcar de inmediato quién es el nuevo alfa de la organización.
Los expertos en gestión administrativa recomiendan que los primeros días del nuevo líder, sobre todo si es externo, es tratar de entender al personal y a la organización en general. La práctica ortodoxa sugiere mantener este perfil los primeros noventa días. Definitivamente (casi) nadie sugiere hacer un borrón y cuenta nueva el primer día, no importa que vengan de afuera o que hayas ido creciendo dentro de la tubería organizacional.
Lo anterior obedece a que permite a la empresa asimilar el cambio, al equipo de liderazgo, entender las nuevas reglas y dinámicas de interacción de la empresa, pero sobre todo, refrenar la debilidad más frecuente y certera a la que el ser humano se enfrenta, la vanidad.
A río revuelto…
La sugerencia de hacer cambios abruptos al tomar la posición de liderazgo de una empresa también obedece a cuidar los intereses de los accionistas y evitar que se erosione el valor de la compañía. ¿Cómo sabes cuáles son las principales prioridades de una persona como nuevo director general? Hay cualquier cantidad de recomendaciones y pasos por hacer sugeridas por expertos en administración, las resumiré en dos: observar y escuchar.
Un cambio de líder es tanto como chapotear en un estanque de aguas cristalinas. De igual manera que aparece más pesca cuando las aguas de un río se revuelven, en las situaciones confusas o cuando se producen cambios, hay quienes (externa o internamente) buscan obtener un beneficio personal aprovechando tales circunstancias. Es parte de lo que se busca cuidar.
Un iconoclasta apellidado Musk…
Si no te apellidas Musk, probablemente hay algunas cosas que debes evitar hacer el primer día: llegar a la oficina cargando un lavabo al tiempo que dices “¡deja que esto se hunda!”; despedir a miembros clave del C-Suite; eliminar a la mitad de los empleados de la empresa; burlarse del liderazgo anterior; divulgar problemas e información confidencial, y amenazar con más cambios.
Tengo tanto que aprender de ti…
¿Qué podemos aprender de la estrategia seguida hasta el momento por el nuevo director general de la empresa de microblogging Twitter, Inc.? Hay algunos aprendizajes que no debemos desestimar:
- Cuenta tu lado de la historia: Socializa las razones detrás de tus acciones; revisa tus planes de comunicación, y trata de controlar la narrativa.
- Define tus prioridades: Probablemente, el diagnóstico y acciones a ejecutar sean las correctas, pero al no definir el orden de llevarlas a cabo, corremos el riesgo de alienar a las personas que más necesitamos para prosperar.
- Sé consistente: Evita que fallen tus planes, revisa la estrategia, aplica un análisis pre-mortem, involucra a tu equipo. Para muestra un botón: El señor Musk dijo que cobraría $20 dólares por verificar cuentas (la famosa palomita azul); el escritor Stephen King, quien no está de acuerdo con la idea, dijo que eso era mucho dinero. Musk decidió cobrar tan solo $7 dólares para al final dejarlo en $8. Hoy la iniciativa está suspendida después de múltiples fallas en su implementación.
Hay cambios que deben hacerse relativamente pronto y quizá algunos de inmediato, sobre todo cuando, como Musk, conoces la empresa y tienes años de estarla siguiendo, pero difícilmente llegarán a buen puerto un montón de cambios hechos (al parecer) con poco orden y al mismo tiempo… salvo que te llames Elon.
Epílogo.- ¿Cuál sería tu primer correo como director general de una empresa para dirigirse a todos los colaboradores de la organización? probablemente uno donde se mencione que ya no permitirás el trabajo híbrido y a distancia no sea la mejor idea.
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