Hace algunos años, hojeando la revista Harvard Business Review de los 70`s y 80´s, me llamó la atención lo que, en aquel momento, era el futuro de Recursos Humanos: Mejorar la productividad de las personas y la calidad de vida laboral a partir de enfocarse en satisfacción y ambiente laboral.
A RH en aquel entonces se le conocía como “relaciones humanas”, “administración de personal”, “relaciones laborales” y “administración de recursos humanos”. Los directores de personal (así les llamaban) eran considerados por HBR y Fortune como los “nuevos héroes corporativos”.
Lo que robó mi atención es que hace más de 40 años las preocupaciones de las empresas y sus líderes eran (pongan atención a los nombres) la capacitación de supervisores, comportamiento organizacional, comportamiento interpersonal, causas de rotación y encuestas de actitud de los empleados.
¿Por qué era ese enfoque? Porque se consideraba que la mala gestión de la fuerza laboral estaba haciendo a las empresas menos competitivas. ¿Culpables? La “nueva generación” y las “nuevas tecnologías”. ¿La excusa de los líderes? “No sabemos cómo motivarlos”. “La gente es cada vez más difícil de manejar” y, (guiño, guiño) “los departamentos de personal no nos brindan el liderazgo que necesitamos”.
Recordemos, son artículos de hace más de ¡cuarenta años!
Por eso empecé a escribir sobre negocios, gestión y liderazgo. Por eso fundé HUMAN LEADER, y por eso di “el gran paso” del mundo corporativo a la consultoría a través de THINK TALENT. Estaba, y estoy convencido de que puedo ayudar a transformar personas y organizaciones a ser congruentes en temas de talento y negocio.
Si queremos verdaderamente cambiar el mundo, necesitamos cambiar nuestros procesos de gestión de personas y esto, poder alinearlo a la estrategia de negocio e impulsar los resultados de la organización.
Me han llamado polémico, rebelde y subversivo por impulsar todo esto. Supongo que están bien ganados cada uno de los adjetivos. Pero hay muchas más cosas gratificantes y satisfactorias que eso. Una de ellas, sin lugar a dudas, son las personas que he conocido y que hoy llamo amigos; clientes que me permiten trabajar hombro a hombro con ellos, culturas empresariales que he conocido, espacios para compartir mis ideas (LinkedIn, El Financiero y PLAYERS of Life); y también, no me apena decirlo, reconocimientos de los que me siento orgulloso.
Hoy, con emoción y gratitud me he enterado que fui nombrado Top Voice 2023 por LinkedIn como especialista en negocios, gestión y liderazgo. Sería una falsa modestia no reconocer mi gran “contentez” por esto. Y aunque en el fondo solo es eso, un reconocimiento que alimenta un poco mi ego, también es un compromiso saber que lo que hago y escribo está ayudando a otros a transformarse y pensar de manera diferente.
LinkedIn https://bit.ly/3Wuat76
¡Gracias a todos los que me leen, de ustedes aprendo mucho!
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