Históricamente, y creo que de manera correcta, se ha puesto mucho énfasis en el tema económico de los empleados para buscar un ingreso económico adecuado después de su jubilación. Normalmente, esto se hace a través de los planes de pensiones gestionados por el gobierno y en algunos muy notables (pero desafortunadamente excepcionales) casos a través de planes de ahorro personales para el retiro.
Hoy no quiero referirme al tema económico, partamos del supuesto que ese tema está satisfactoriamente resuelto. La pregunta de hoy es, ¿Se debería permitir que los altos ejecutivos trabajen el tiempo que quieran, independientemente de su edad?
Quienes están a favor de las políticas de jubilación anticipada de los equipos ejecutivos mencionan que son una importante herramienta de gobernanza para los accionistas, ayudan a proteger a los accionistas de líderes de edad avanzada que tienen un rendimiento inferior y que es una forma eficaz de abordar el atrincheramiento.
Por otra parte, quienes están en contra, afirman que estas resuelve un problema inexistente, ya que los altos ejecutivos no tienen un problema de vejez, y que evaluar a las personas en función de su edad podría ser discriminatorio.
Entonces, ¿Cuándo es hora de que el CEO se retire?
En un artículo escrito en la revista HBR, Manfred F. R. Kets de Vries, Profesor Clínico de Desarrollo de Liderazgo y Cambio Organizacional, mencionó que un CEO debe estar en esa posición aproximadamente siete años (con un rango de más o menos 2 años), ya que este es el período de máxima eficacia para la mayoría de las personas en esa posición, porqué en ese momento ya todos cantan la misma vieja melodía del CEO.
A los CEOs, afirma Kets de Vries, les resulta muy difícil admitir que ha llegado el momento de dar un paso a un costado cuando empieza el declive de su máxima eficacia; y a partir de ese momento suelen perder el interés en la función, tomar decisiones arriesgadas que pueden poner en riesgo a la empresa y llenar a la organización con personas en deuda con él o ella. Por eso, más allá de la edad, las políticas de jubilación suelen ser una buena herramienta
Finalmente, ¿Qué debe hacer la empresa?
No es una respuesta fácil. Cada situación es diferente, y cada empresa debe tomar decisiones con base en su contexto, momento e historia. Sin embargo, toda empresa tener siempre claro y actualizado su plan de sucesión y considerar el rango de siete años como un buen punto de partida. Esto, de manera independiente a la edad del CEO o de los miembros del C-Suite.
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