馃煝 Publicado originalmente en el peri贸dico El Financiero - Bloomberg
Uno de los elementos principales de todas las culturas son sus mitos fundacionales, no importa que hablemos de pa铆ses, ciudades o empresas. La importancia de estos es poder transmitir la historia y la identidad de un lugar. Esta historia o narrativa se construye a partir de un entramado de leyendas y relatos en los cuales es sumamente dif铆cil diferenciar en d贸nde empieza la historia y en d贸nde termina la narraci贸n literaria.
En la historia encontramos mitos que van desde la fundaci贸n de Roma por R贸mulo, lo que permite conectar conecta el origen romano con el pueblo troyano (ya que era descendiente de Enea) hasta el de la fundaci贸n de Tenochtitlan por parte de los nahuas, que proven铆an de Aztl谩n, por solicitud de Huitzilopochtli.
Es a trav茅s de estas historias que se busca apuntalar las leyendas y los relatos de los personajes que construyeron y dieron forma al mito. Los mitos suelen tener una funci贸n legitimadora como forma de explicar el origen y la raz贸n de los valores y creencias que definen a una comunidad o a una empresa y los cuales, debemos seguir y perpetuar.
En Monterrey tambi茅n tenemos nuestros propios mitos con la historia de las tres fundaciones de la ahora capital de Nuevo Le贸n (que en estricto sentido solamente es, la 煤ltima; los dos previos fueron solamente intentos malogrados) y cuya definitiva fue el 20 de septiembre de 1596, cuando Diego de Montemayor fund贸 oficialmente la ciudad y la bautiz贸 como "Ciudad Metropolitana de Nuestra Se帽ora de Monterrey".
Lo cierto es que Monterrey no pas贸 de ser una ciudad peque帽a (con poca poblaci贸n y escasa actividad econ贸mica) hasta el Porfiriato a fines del siglo XIX y principios del siglo XX, cuando a partir de su desarrollo industrial alcanz贸 una gran relevancia nacional con el establecimiento de diversas f谩bricas como sider煤rgicas, cementeras, de vidrio y cerveza; lo que a su vez deton贸, posterior a la Revoluci贸n Mexicana, el crecimiento poblacional convirtiendo a Monterrey y Nuevo Le贸n en uno de los polos m谩s importantes del Pa铆s por su crecimiento poblacional, industrial y econ贸mico.
¿A d贸nde quiero llegar con esto? A otro mito hist贸rico, el del crecimiento industrial de Nuevo Le贸n, asociado al impulso de la tercera generaci贸n formadora de empresas (entre los a帽os 1930 y 1973) cuya cara m谩s visible es Eugenio Garza Sada. El impacto que tuvo este empresario disciplinado, met贸dico y constante, en 谩mbitos sociales, econ贸micos y culturales es innegable; pero el mito popular nos hab铆a alejado, hasta hace unos pocos a帽os, de conocer al hombre por encima del personaje.
La semana pasada, como parte de la materia de Negocios Conscientes de la que soy catedr谩tico, tuve la oportunidad de conocer la Casa del Liderazgo Humanista (esta es, la casa en donde Eugenio Garza Sada vivi贸 hasta su muerte). Mis expectativas, he de reconocerlo, eran bajas. Supuse que se tratar铆a un lugar dirigido a seguir apuntalando el mito del personaje, es decir, el del poderoso hombre de negocios que casi en solitario construy贸 la reputaci贸n industrial de Nuevo Le贸n.
El problema es que al construir mitos y personajes olvidamos, en palabras del escritor Malcolm Gladwell, que aquellos que sobresalen en sus campos no lo hacen simplemente porque son m谩s inteligentes o m谩s talentosos, sino porque han tenido oportunidades 煤nicas y han invertido tiempo y esfuerzo en su desarrollo, aunado a factores externos (como la 茅poca de nacimiento, contexto cultural, oportunidades y legado familiar) que influyen en el 茅xito.
Y es en esa Casa, cuyo objetivo es promover el liderazgo humanista y generar un estilo orientado a encabezar acciones comprometidas con la sociedad, que puedes conocer al verdadero Eugenio Garza, el hijo de Isaac Garza Garza, uno de los empresarios m谩s importantes del Pa铆s (que pudo sacar a su familia de M茅xico en los convulsos a帽os de la Revoluci贸n Mexicana y proporcionarles educaci贸n en el extranjero); al ser humano que rehu铆a hablar en p煤blico por timidez; al que fue enviado a una escuela militar para corregir su car谩cter disperso; el que impuls贸 la salud, educaci贸n y vivienda de los empleados de sus empresas como respuesta a las exigencias de la Constituci贸n Pol铆tica de 1917 (y con el fin de evitar una eventual expropiaci贸n de parte del gobierno). Pero, principalmente puedes aprender (y que la historia popular a veces parece olvidar) de la invaluable cooperaci贸n de su hermano Roberto y “de su familia ampliada (con los Sada y los Muguerza); y en no pocos casos de grupos parentales o empresas relevantes de la ciudad o del noreste” (Mario Cerutti, UANL). Apoyo sin el cual no hubiera materializado lo que hoy conocemos como su legado empresarial, social y educativo.
Celebro, m谩s all谩 del mito, haber conocido al ser humano que junto a su hermano, familia y socios de negocio, han ayudado a construir gran parte de la cultura y del legado laboral de Nuevo Le贸n. Enhorabuena por espacios como la Casa del Liderazgo Humanista.
Ep铆logo.- Inicia en el pa铆s el periodo vacacional de Semana Santa y gran parte de la poblaci贸n aprovechar谩 para tomar algunos d铆as de descanso y reflexi贸n. Hoy en d铆a pasamos por alto la importancia de las vacaciones desde una perspectiva f铆sica y psicol贸gica ¿Por qu茅 tomar vacaciones? ¿Para responder correos, mensajes y tomar videollamadas con los pies clavados en la arena? Las personas necesitamos espacios de recuperaci贸n laboral interna y externa. En mi caso las vacaciones son para leer libros gordos, llenos de aventuras y personajes, ya que entonces, tendr谩s doble vacaci贸n.
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