Ir al contenido principal

Ética de los empleados

Decir que en una relación asimétrica existen de manera natural valores compartidos es un oxímoron. 

Una relación asimétrica es aquella en la que encontramos una desigualdad en los roles o responsabilidades de los individuos, ya que una de las partes tienen más control o poder que la otra. Un ejemplo de esto es una relación laboral entre empleado y empleador, esto debido a que quién toma decisiones, define el salario y puede llevar a cabo la desvinculación de una persona, evidentemente es el empleador.

Una relación asimétrica, mientras no haya abuso de una de las partes, no es mala ni mucho menos. La podemos encontrar, además de en las relaciones laborales, en padres e hijos, entre maestros y estudiantes, o entre gobernantes y gobernados.

También mencioné líneas arriba que señalar que en una relación asimétrica hay de manera natural valores compartidos es un oxímoron. Se utiliza el término oxímoron para señalar que dos conceptos se contradicen entre sí, por ejemplo: “Silencio ensordecedor”, “Luz oscura”o “instante eterno” por mencionar solo algunos.

En una relación laboral, naturalmente asimétrica, hay ciertos conceptos (llamémosle valores) que hay que cumplir, independientemente de que coincidamos con ellos o no (o en un mundo feliz, te vas y buscas otro trabajo, más afín a tus valores, pero asimétrico al final de cuentas). Veamos un pequeño ejemplo para poner esto en contexto: Hay personas que son más sociables y otras que son más introvertidas. Una persona sociable se sentirá cómoda interactuando con otro dado su habilidad natural para iniciar conversaciones y conectar; por el contrario, alguien que es introvertido será más propenso al silencio y evitará, en la medida de lo posible, interactuar con alguien que no conoce.

Ahora imaginemos que estamos en un supermercado haciendo nuestras compras. Al llegar a la caja, sin importar que la persona que nos atienda sea introvertida o extrovertida, con toda seguridad iniciará la conversación (con una sonrisa y viéndonos a los ojos) de esta forma: “Buenas Tardes, ¿cómo está el día de hoy?, ¿encontró todo lo que buscaba o puedo ayudarle en algo?” 

Pregunta, ambas personas, la introvertida y la extrovertida, ¿comparten los mismos valores de interacción social e interés por los desconocidos? Seguramente no, pero eso no importa, porque ambas están sujetas a una relación laboral asimétrica. Y si nos asomamos a la caja registradora, del lado de quien cobra, encontraremos una calcomanía con algún logotipo y una pulcra letra de molde, probablemente Arial, que formule: Al llegar cada cliente, no olvide preguntarle “Buenas Tardes, ¿cómo está el día de hoy?...” La persona que no lo cumpla el mandamiento, por el motivo que sea, no permanecerá mucho en esa organización.

¿Hacia dónde quiero llevar la conversación? Hace unos días decidí cambiar mi carro y empecé con el calvario que ello implica. Y no, no me refiero a la escasez de vehículos, eso es un tema de suministro, me refiero más bien a lo desgastante que es este proceso. La venta de tu carro actual antes era un martirio, y tus opciones eran reducidas: arriesgarte a venderlo por tu cuenta o irte a la segura dejándolo a cuenta con la agencia, pero perdiendo dinero. La llegada de plataformas en línea de compra y venta de autos usados como Kavak (no es anuncio, pero la recomiendo ampliamente) están corrigiendo el mercado.

Pero la compra de vehículos nuevos sigue siendo igual de caótica, me llama la atención que al día de hoy aún encuentres (muy) diferentes precios en agencias de la misma marca. Y que el precio que te dan un día, no sea el mismo del día siguiente (al día siguiente, no un par de semanas después) y luego vayan “apareciendo costos” que se les había olvidado incluir… por equipamiento que viene de fábrica y que se describe en los folletos de las armadoras (suspiro).

Cuando esto sucede, ¿quién te atendió tiene un sistema de valores con el cual busca aprovecharse del cliente utilizando trucos o artimañas para conseguir lo que quiere? O, ¿solamente está en una relación asimétrica y del otro lado de su escritorio hay una pegatina que manda: “No olvide tratar de aprovecharse del cliente diciéndole que…”? 

Ambas opciones son reprobables desde un tema ético y de valores empresariales, pero quiero pensar que esos valores corresponden a la armadora y a los dueños de agencias y no al vendedor. En fin.

Epílogo.- La semana pasada comenté (El Financiero, abril 03, 2023) que estas vacaciones de Semana Santa me dedicaría a leer “libros gordos”, por lo que algunas personas me preguntaron que cuáles serían. Mi debilidad, algunos lo saben, son las novelas. Acá te comparto las que leí en esta ocasión: El visitante, novela de terror de Stephen King y que un día, casi a media noche, tuve que cerra por obvias razones; y, "Los fugitivos del paisaje" novela del escritor panameño Juan David Morgan, situada en una recién independizada Panamá de finales del siglo XIX.

_____

Suscríbete a nuestro Newsletter semanal, un espacio donde te compartimos historias para conectar, experiencias para aprender, y vivencias para inspirar📍https://bit.ly/3BSriyd

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vuelo privado con American Airlines

MONTERREY, N.L. Diciembre 10, 2014 (Sala de última espera del aeropuerto). —Todos los grupos pueden abordar ahora el vuelo 1272 con destino a Dallas, Texas— advirtió de forma divertida, pero protocolaria la representante de American Airlines; tomó con formalidad mi pase de abordar y pasaporte; escaneó el primero y levantó el segundo a la altura de mi rostro para cotejarlo. Terminada la rutinaria revisión me sonrió al tiempo que apuntaba —Bienvenido Señor Segovia— Recorrí de forma rápida el anden de abordaje encontrando a mi paso rostros que reflejaban una mezcla de diversión y sorpresa para llegar finalmente a la puerta del avión y confirmar que tenía un flamante, nuevo (y vacío -por cierto) Airbus 319 a mi entera disposición. Los tres sobrecargos, Cindy, Linda y Julio, me recibieron con sendas sonrisas, tomaron mi abrigo y cuando iba rumbo a mi lugar, me invitaron a tomar asiento en primera clase; un ascenso previamente autorizado por el piloto de la aeronave. Me s

¿Por qué debemos estudiar humanidades?

Foto: Internet. ¿Qué son las humanidades? Las humanidades  pueden definirse y por lo tanto estudiarse desde una perspectiva académica; una publica como política de gobierno; o, desde una clasificación gubernamental-estadística para fines laborales. Bod, R. al preguntarse [1] ¿Qué son las humanidades?; señala que estas “son como la noción de "tiempo" en San Agustín: si no preguntas, lo sabemos, pero si preguntas, nos quedamos con las manos vacías” pero también apunta que “desde el siglo XIX, las humanidades generalmente se han definido como las disciplinas que investigan las expresiones de la mente humana”. Esta vaguedad trae a la mente la definición de Heidegger [2] del "ser" ya que “no sabemos lo que quiere decir "ser"; pero ya cuando preguntamos ¿qué es "ser", nos mantenemos en cierta comprensión del "ser"” Entonces, ¿no se puede define que son las humanidades?  La mayoría de las definiciones se centran en las ra

Observo, luego existo.

“Abre tus ojos y tu corazón a todas las inquietudes humanas, ninguna es ajena al coaching” Julio Olalla. He iniciado un viaje; no un viaje cualquiera. Este viaje no requiere de maletas, reservaciones o pasajes de avión; es más, ni siquiera es necesario tomar el carro para llegar a algún lado. Y sin embargo este viaje es más complejo, escarpado, con pronunciadas hondonadas y trayectos estrechos que cualquier otro que recuerde; he iniciado un viaje al vientre de la ballena. Y a diferencia de Jonás que exclamó a los asustadizos marineros de la atribulada embarcación que amenazaba con naufragar: “Tomadme y echadme al mar”, en mi caso fue por voluntad propia que decidí dar el salto rumbo al vientre de la ballena; un viaje de 9 meses, con sus días y su noches.  He iniciado el trayecto del ACP-el arte del coaching profesional;  un programa de formación y certificación de coaching ontológico con Julio Olalla (newfield network) a través de un proceso de aprendizaje transformacional p