Todos, en alguna medida u otra, tendemos a admirar a diferentes personas. Es esencialmente humano ensalzar aquello que deseamos o aspiramos ser y que identificamos en otras personas. El problema se presenta cuando la admiración se centra exclusivamente en la valoración y reconocimiento de ciertas cualidades 'aparentemente' positivas y se convierte en una "idealización extrema".
A la persona objeto de este profundo reconocimiento, se le suele llamar ídolo.
En fechas recientes hemos visto caer o tambalearse, uno atrás de otro, a diversos 'ídolos empresariales'. Desde nuestro villano favorito Elon Musk, hasta otros igualmente conocidos como Sam Bankman-Fried de la criptoempresa FTX, Jack Dorsey co-fundador de Twitter, Mark Zuckerberg de Meta, y Jeff Bezos de Amazon.
- MUSK. De Musk ya hemos hablado mucho en este espacio. Desde llegar a la oficina cargando un lavabo y vociferando "¡deja que esto se hunda!" hasta correr gente, sin modales, a diestra y siniestra.
- BANKMAN-FRIED. El "multimillonario del pueblo" que siempre vestía desaliñado, conducía un Toyota Corolla, dormía en un puf y fundador del que fuera el tercer exchange cripto del mundo llevó a la desgracia a cientos de miles de personas. El rebelde que promovía las criptomonedas como una lucha contra el 'establishment' y tenía un gran altruismo, hoy es investigado en su País por posibles conductas delictivas.
- DORSEY y ZUCKERBERG. De acuerdo a un ensayo de PorIfeoma Ajunwa publicado en NYT (diciembre 1, 2022) existe la "preocupación de que algunos países africanos estén siendo engañados por jugadores de Silicon Valley que inyectan capital en el continente y extraen talento y mano de obra barata, sin necesariamente mejorar esas naciones" en vez de "promover un desarrollo ético y sustentable del continente Africano" como en múltiples ocasiones prometieron Mark Zuckerberg y Jack Dorsey.
- BEZOS. Hace pocos días Anand Giridharadas comentaba en su columna Inteligencia del NYT (noviembre 2022) que Jeff Bezos anunció que donaría a favor de la lucha contra el cambio climático la mayor parte de su fortuna calculada en más de 120 mil millones de dólares al tiempo que se anunciaba que Amazon despidió a miles de trabajadores de sueldos bajos. Vivimos, señaló con aspereza el periodista Giridharadas, en el "sistema que trata a las personas como mercancías desechables (y que) se mantiene y se reproduce rociando un poco de polvo de hadas y esperando que olvidemos las injusticias".
¿Estamos seleccionando de manera correcta a nuestros 'ídolos'?, ¿vale la pena?
Epílogo.- Y encima, buscamos emular. El periódico Reforma reprodujo una nota del WSJ donde se menciona que hoy en día muchos 'jefes' envidian el estilo sin frenos de Musk y que muchos CEO´s están cansados de tanto lloriqueo de los empleados, por lo cual buscan emular (ponerse en el mismo lugar y bajo la piel) el estilo de liderazgo de Musk… En fin.
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