Estamos a punto de terminar el año y laboralmente ¿cómo nos estamos preparando? ¡Con un montón de juntas y reuniones de 'trabajo'!
El fin de año presenta un fenómeno interesante, estamos a punto de cerrar año fiscal, año calendario y próximos a tomar vacaciones, y la mejor manera de justificar el próximo descanso es atiborrando la semana de reuniones innecesarias e intrascendentes. A la fecha me siguen causando conflicto esas juntas semanales o quincenales de equipo sin agenda determinada, para 'tocar base', o para 'ver pendientes' y hoy, en el mundo laboral híbrido que estamos co-diseñando, la pandemia nos dejó una poca grata herencia: las videoconferencias consecutivas.
Más allá de la excesiva perdida de tiempo y energía que causa en las personas, el cerebro se agota. El laboratorio de Factores Humanos de Microsoft llevo a cabo un interesante estudio sobre la actividad de las ondas cerebrales en el cual los investigadores confirmaron lo que muchas personas sentimos por experiencia: las reuniones virtuales consecutivas son estresantes y agotadoras (Research Proves Your Brain Needs Breaks).
En estudio participaron 14 personas sosteniendo videoconferencias durante dos días utilizando gorras EEG para monitorear la actividad eléctrica en sus cerebros
- Día 1: 4 reuniones consecutivas de 30 minutos.
- Día 2: 4 reuniones de 30 min con descansos de 10 min entre ellas. Los participantes usaron gorras EEG para monitorear la actividad eléctrica en sus cerebros.
¿Cuáles fueron las conclusiones del estudio de Microsoft?
- Los descansos entre reuniones permiten que el cerebro se "reinicie", lo que reduce la acumulación de estrés en las reuniones.
- Las reuniones consecutivas pueden disminuir su capacidad para concentrarse y participar.
- La transición entre reuniones puede ser una fuente de mucho estrés. Esto se debe a que "está llegando al final de la reunión, sabiendo que tiene otra próxima, y tendrá que cambiar de marcha y usar su cerebro para pensar mucho en otra cosa"
Hoy en día, apunta el estudio, terminamos una conversación, comenzamos otra y, con demasiada frecuencia, no tenemos posibilidad de estirarnos, servirnos un vaso de agua, ir al baño, o simplemente aclarar la cabeza.
La investigación apunta a un remedio simple: descansos breves. Mi experiencia apunta o otro remedio aún más simples: eliminemos las reuniones sin agenda determinada, para 'tocar base', o para 'ver pendientes'
Comentarios
Publicar un comentario