Hoy en día, múltiples factores siguen transformando de manera acelerada el mercado laboral; pareciera que diferentes fuerzas están convergiendo de manera descontrolada para impactar de forma violenta la forma en la que entendemos el mundo del trabajo.
Los factores que están cambiando, algunos temporales y otros estructurales, pueden tomarnos mal parados y hacer que tomemos una decisión equivocada que afecte nuestra carrera laboral. El principal problema es que estos factores aunque de origen tienen cierta relación, los seguimos percibiendo de forma independiente. Veamos cuatro de ellos.
1. Volver a lo humano, el regalo de los millennials. Uno de los cambios más importantes y profundos que hemos experimentado laboralmente, quizá en los últimos cuarenta años, se lo debemos a esta generación. Los millennials han hecho un gran cambio que nos ayudó a redefinir el mundo laboral como lo conocemos hoy, como lo es trabajar por un propósito o simplemente renunciar.
2. COVID-19, el Cisne Negro. Sin lugar a dudas ha sido uno de los acontecimientos con consecuencias más profundas, pero sobre todo uno de los más inesperados de los últimos siglos. Lo sucitado por este coronavirus califica, en palabras de Nassim Nicholas Taleb (2007), como un cisne negro o suceso improbable, sorpresivo y dominante, de gran impacto cultural y socioeconómico. Este Cisne Negro ha provocado dos fenómenos, cambió las modalidades en las que trabajamos y profundizó cambios que ya se venían gestando a cuentagotas.
3. La Gran Renuncia, en busca del propósito perdido. Gran Renuncia, con mayúsculas, es el término que se utiliza para referirse al fenómeno de renuncias masivas de trabajadores que inició desde el pasado 2021 en los Estados Unidos y que ahora está llegando a nuestro país. Este pico de deserciones laborales que no se veía desde la segunda guerra mundial, fue impulsado por factores coyunturales derivados de la búsqueda de propósito por parte de los empleados y del cisne que mencionamos.
4. ¿Remoto?... ¿Presencial?... ¿Híbrido? Mucho se ha escrito y poco hay que agregar. Este fue el segundo gran cambio que nos arrojó la pandemia y que nos enseñó que las personas podemos trabajar de manera remota, con eficiencia y sin demeritar la innovación o cultura organizacional. Hoy la pregunta es, ¿cuál debo seleccionar si quiero mantener y crecer en mi trabajo?… Remoto?… ¿Presencial?... ¿Híbrido?
UNA MEZCLA PELIGROSA. Estos cuatro factores que estamos experimentando no han afectado visiblemente el mercado laboral, los salarios y el número de vacantes en el país… hasta ahora. Pero ahora en el horizonte se pronostica una recesión económica que hará que estos factores choquen violentamente y (probablemente) cambien nuevamente el mercado laboral (aceleración de la automatización y precarización del trabajo).
—¿Una qué?
Re-ce-sión. Con los nubarrones de una crisis económica a la vista debes preguntarte ¿mi empleo es suficientemente seguro para sobrevivir? Empresas como Netflix, Tesla y Robinhood anunciaron recientemente que llevarán a cabo despidos. En México, startups, financieras y agrícolas empiezan a hacer recortes de colaboradores. Tan solo el mes de mayo en el país se presentó una inusual pérdida de empleos, y aunque aún es pronto para saber si es una distorsión coyuntural o estructural, ¿cómo te estás preparando para una eventual recesión económica?
Epílogo. Una eventual crisis económica ocasionará que miles queden sin trabajo y sin oportunidades; que se incremente la inseguridad, la incertidumbre y la falta de condiciones socioeconómicas mínimas. Aún hay personas cambiándose de trabajo, exigiendo aumentos y condiciones laborales distintas. Quizá es el momento de conservar tu trabajo actual, y evitar renunciar por falta de propósito laboral o ausencia de esquemas flexibles. El resultado final de todo esto puede llegar a ser lo contrario de lo que quieren los trabajadores.
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Publicado en la revista PLAYERS of Life Monterrey (Edición Agosto, 2022) en: https://bit.ly/3M5I97u (Pg. 164)
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