En nuestra sesión mensual de junio 2022 de la Comisión de Capital Humano de Coparmex Nuevo León, nos acompañó la Dra.Diana Ereya Lugo Ondarza de la Universidad de Monterrey quien dictó la plática "La clave para impulsar el compromiso en los Millennials y Gen Z".
Mientras escuchaba la información y estadísticas que Diana nos compartía pensaba en una frase que se atribuye a Churchil "Quien a los 20 años no sea revolucionario no tiene corazón, y quien a los 40 lo siga siendo, no tiene cabeza". Es decir, los jóvenes, de cualquier generación, siempre han sido rebeldes, solo que a los adultos nos cega el sesgo del “efecto hoy en día”, es decir, pensar que lo que vemos o vivimos hoy es diferente a cualquier otra época. Quizá la diferencia es la conectividad, que propaga y magnifica la información (buena o mala).
Los Millennials (que como bien apuntó Diana, no son una tribu urbana, son una generación) no son tan diferentes a los #babyboomers, solamente crecieron en un mundo distinto.
Probablemente la mayor rebelión juvenil de los últimos dos siglos a nivel mundial sucedió con los movimientos sociales de 1968 impulsados de los Baby Boomers, que si bien no tuvieron un éxito inmediato (fueron brutalmente reprimidas) su impacto generacional fue mucho más importante que su aparente fracaso, ya que cambió (para bien) la manera en que conocemos el mundo.
Los Millenials también hicieron un gran cambio. Nos ayudaron, entre otras cosas, a redefinir el mundo laboral como lo conocemos hoy; a entender la importancia de conectar con lo humano, escucharnos y definir nuestro propósito; cambios que siguen cimbrando nuestras estructuras organizacionales. Hoy, algunos de ellos, ya tienen 42 años y ya pagan hipotecas y colegiaturas. Hoy, al igual que yo, ya no son revolucionarios.
Hoy la revolución la empuja la Generación Z. Una generación para la cual la diversidad es su norma, son nativos digitales, de mentalidad financiera y políticamente prgamáticos. Ellos son nuestros nuevos revolucionarios.
Pero la Generación Z tampoco es tan diferente de la X, de la Silenciosa, de los Baby Boomers o de los propios Millenials... simplemente están creciendo en un mundo diferente.
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