"Hay una forma de saber si un hombre es honesto: preguntándoselo. Si dice que sí, es un sinvergüenza" —Groucho Marx
El día de ayer, en la clase de Negocios Conscientes del Tecnológico de Monterrey platicamos acerca del libro y documental "The (Honest) Truth About Dishonesty"
De acuerdo a Dan Ariely, autor del libro, las personas mentimos a nivel individual y a nivel colectivo, en trivialidades y en grandes escándalos financieros, en nuestra vida cotidiana y sobre nuestro pasado. Dejamos la ética de lado por un pequeño descuento, un placer carnal, una nota más alta, una codicia desenfrenada o la leve ventaja respecto a nuestro competidor directo. Políticos, deportistas, jueces, niños, hombres y mujeres. Y sin embargo, todos nosotros nos definimos como íntegros y honrados y a partir de aquí es que Ariely detona, y nos ayuda a responder, preguntas poderosas ¿mentimos más cuando nos obligan a colaborar? ¿Son los creyentes más honestos? ¿Sobre qué temas nos resulta más sencillo mentir?, ¿el miedo a ser descubiertos reduce nuestra tendencia al engaño?, ¿es el autoengaño una forma de protección?
El biólogo Richard Dawkins abonó a esta idea definiendo al hombre como una máquina de sobrevivir, un vehículo autómata programado a ciegas con el fin de preservar las egoístas moléculas conocidas con el nombre de genes; antes, el naturalista Darwin llamó a este egoísmo teoría de la evolución; y todavía más atrás, el filósofo (y pesimista) de Hobbes hizo ver que la naturaleza social del hombre es eminentemente artificial y egoísta. ¿Estamos condenados?
A principios del año pasado me aboqué a abordar el tema de la ética y el egoísmo (en mis artículos y en el podcast) ¿el motivo? estaba cansado de tantas injusticias cometidas en nombre de la ética y la moral (y eso que no lo abordé desde la religión)... y no es que hoy en día ya no me sienta cansado, solo que ahora impulso un cambio desde Human Leader, desde Think Talent y con mis alumnos.
¿Se esta generando un cambio? estoy seguro y convencido que sí, lo veo en los diferentes ecosistemas (empresariales, académicos y sociales) en los que tengo la oportunidad de interactuar y colaborar.
Gracias Ana Teresa Carrión por tu gran generosidad al traernos a la clase el documental de Dan Ariely y por llevarnos, a través de reflexiones poderosas, a entender por qué mentimos... en especial a nosotros mismos.
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