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Eliminemos de esta pregunta aquellas profesiones que requieren patente donde es necesaria una autorización para hacer algo, es decir, no pensemos en médicos, abogados, contadores, ingenieros y demás. Evidentemente no quiero que me opere un médico sin credenciales, o que un ingeniero poco capacitado repare el avión donde voy volando. Pero eliminando profesiones especializadas como las que hemos mencionado, ¿cuál es la importancia de un título universitario?
La pregunta no es retórica. Para las empresas la mejor manera de asegurar que una persona cuenta con ciertas capacidades y habilidades mínimas ha sido a través de “el papel” expedido por una universidad; y hasta hace pocos años un título universitario ofrecía mejores oportunidades de empleo y acceso a mejores salarios. La oferta educativa era restringida, y adquirir habilidades y conocimientos específicos más allá de los de un oficio, estaba limitado a los centros universitarios.
Alguien que pudo obtener un título universitario es un profesional que tuvo la disciplina necesaria para acudir a las clases y cumplir con las tareas (Unitips.mx). Es decir, lo que el titulo profesional certifica ¿es más bien la disciplina que el conocimiento?, una persona disciplinada ¿puede obtener conocimiento sin necesidad de acudir a una universidad?
Dejemos a un lado el tema de la disciplina y centrémonos en el conocimiento. Las universidades, mas que garantizar el conocimiento (en teoría este está disponible en cualquier biblioteca), aseguran el proceso de enseñanza-aprendizaje. Dicho en otras palabras, no abarca únicamente el contenido, sino que incluye los métodos de enseñanza y de aprendizaje y la manera en que ha de ser medido.
¿Eso sigue vigente? Lo entiendo hasta hace unos pocos años cuando el único acceso, formal o informal, a ese proceso de contenido – enseñanza – aprendizaje – medición era proporcionado por las universidades y certificado a través del titulo profesional; pero hoy en día gracias a plataformas como LinkedIn Learning, Udemy, Coursera, y Skillshare entre otras muchas, el acceso a procesos de formación se está democratizando a pasos acelerados. Ahora que encontramos planes y formatos que cumplen a cabalidad el mantra de “contenido – enseñanza – aprendizaje – medición” ¿requerimos de títulos universitarios?
Las empresas siguen solicitando titulo profesional para otorgarte una posición laboral. No importa que vayas a empezar como contribuidor individual en recursos humanos, marketing o comercial y tengas titulo de psiquiatra, abogado o ingeniero en sistemas; si dominas el área (por que quizá tus practicas profesionales fueron en esos departamentos) eres bienvenido. Sino tienes formación universitaria, aunque tengas mucha experiencia, habilidades y competencias técnicas, no podrás ser contratado en el área comercial, de marketing o recursos humanos.
Momento… pero ahora decimos que el desarrollo y formación de los empleados debe ser a través del modelo 70-20-10, es decir, que pueden/deben adquirir competencias o habilidades a través de la experiencia (70%), aprendiendo de mentores o coaches (20%); y, solo dedicar el 10% del tiempo/recursos a educación formal (cursos presenciales o en línea), entonces… ¿realmente se “requiere” el titulo para contratar a alguien?
Epílogo.- De acuerdo al Instituto Mexicano para la Competitividad (IMCO), las personas que tienen una carrera profesional ganan promedio 80% más que una persona que solo terminó el bachillerato.
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Rogelio Segovia es fundador de Human Leader, y Socio-Director de Think Talent, un aliado estratégico de las organizaciones que están centradas en el crecimiento de su talento humano.
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