A partir del descubrimiento del COVID19 a inicios de este año 2020, diversos países ordenaron a su población entrar en cuarentena o confinamiento obligatorio, esto implicó que las personas tuvieron que resguardarse en sus domicilios; con limitación de movimiento e interacción y la suspensión de actividades económicas no esenciales (la definición de actividad no esencial varió de país a país, pero en general implicó el cierre de restaurantes, teatros, cines, centros comerciales y demás espacios de esparcimiento, así como centros educativos y ciertas industrias y servicios).
Durante el mes de mayo, a nivel mundial, ha iniciado el desconfinamiento. Una vez que ha pasado el punto álgido de la curva de contagios, distintos gobiernos han empezado a levantar de forma paulatina y progresiva el confinamiento obligatorio, a esta etapa se la ha llamado la “nueva realidad”. Este término, usado por la Organización Mundial de la Salud por primera ocasión (europapress, 2020), se refiere de manera principal a ciertas medidas sanitarias (que ante la falta de alguna vacuna o solución permanente seguirán vigentes entre dieciocho y veinticuatro meses más, aunque ya sin confinamiento domiciliario) como lo son el uso de mascarillas en lugares públicos, distanciamiento social en restaurantes, escuelas, transporte, etcétera. Este termino de nueva realidad (o nueva normalidad) ha sido igualmente utilizado para referirse a situaciones políticas, económicas y ambientales que sufrirán cambios y ajustes una vez iniciado este desconfinamiento.
Está nueva realidad aplicará de igual manera para la dinámica laboral, ya sea que los empleados desempeñen trabajos de oficina y sigan haciendo trabajo a distancia (home office) o que su labor requiera estar físicamente en su centro de trabajo (servicios, retail, manufactura, construcción, minería, entre otros). Las labores tanto para quienes trabajen desde casa, como para quienes lo hagan en su centro de trabajo serán diferentes a como era apenas a fines del 2019 e inicios de este año, entonces, ¿cuál es la nueva realidad laboral?
Quienes laboran de forma presencial en su centro de trabajo, tendrán importantes limitaciones en aspectos de comodidades y beneficios como comedor, transporte empresarial, espacios de esparcimiento, dinámicas de sociabilización, y programas de capacitación entre otros. Muchas de estas actividades deberán llevarse a cabo en aislamiento o en grupos muy reducidos. En lo que respecta a quienes seguirán haciendo trabajo a distancia (entre un 5% y un 22% de la población económicamente activa según estimaciones propias) lo harán utilizando sus propias herramientas, las cuales no están diseñadas (en ergonometría y seguridad) para uso laboral, tal como sillas, escritorios o mesas, energía, aire acondicionado, snacks (café, agua, bocadillos), servicio de consulta médica, etc.
Ante esta nueva realidad, para empleados y empleadores, la pregunta que debemos empezar a construir es ¿Cuáles son las responsabilidades de las empresas en temas sociales, de desempeño laboral, de seguridad, salud y medio ambiente de trabajo?
Epílogo.- El fin del confinamiento se presenta sin manual de instrucciones, lo que nos habían dicho que era el futuro de la cultura organizacional, espacios físicos abiertos y colaborativos con múltiples espacios de convivencia para fomentar la experiencia de los empleados, ha desaparecido. Ya no se trata de diversión, se trata de seguridad. Habrá que refundar los artefactos (elementos visibles y tangibles de la cultura organizacional) para conectarlos al sistema de valores re-calibrado a partir de los nuevos supuestos (sentimientos y creencias inconscientes) que se estan creando a partir de esta nueva realidad.
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