"Hic incepit pestis"
En una entrevista reciente a El País, Emilio Lledó, filosofo español, apunta que tiene la esperanza que después de esta crisis del virus maduremos como sociedad, intentemos reflexionar con una nueva luz y que apartemos los temores que nos embargan. Miriam Pawel, menciona en el The New York Times, que nuestras conversaciones actuales están cargadas de dudas, temores y aspiraciones sobre cómo podría evolucionar el mundo post-coronavirus.
La ultima vez que el mundo vivió un cambio tan dramático como el actual fue en la Segunda Guerra Mundial, Londres y Berlín estuvieron bajo un fuerte asedio militar por un largo tiempo, y fueron dañadas con severidad por los bombarderos de la Luftwaffe alemana y la RAF británica respectivamente. Sus ciudadanos, sin diferencia alguna, fueron obligados a esconderse y las actividades culturales, recreativas, deportivas y gastronómicas practicamente desaparecieron. La guerra, de acuerdo al periodista y ensayista Michael Kimmelman, estremeció la confianza de las democracias libres y abiertas para sobrevivir a una grave amenaza global.
La amenaza actual es diferente, y la comparación no es mas que una simple metáfora. A diferencia de aquel conflicto bélico que causó miles de muertes y donde el miedo provenía de bombardeos que se podían escuchar y sentir, el miedo que sentimos actualmente es difuso, disperso y poco claro. Pero más allá de la materialidad o realidad del miedo de estos dos eventos, la Segunda Guerra Mundial y la actual pandemia, es significativo el hecho que como sociedad estamos viviendo y sintiendo una resonancia límbica, es decir, una empatía comunitaria.
Al igual que Lledó y Pawel, y en el mismo modo que quienes vivieron la Segunda Guerra Mundial, la peste negra del siglo XIV, o las pestes y hambrunas del siglo XVII, las conversaciones mas comunes que estamos sosteniendo, que yo estoy sosteniendo, van relacionadas con los cambios que vendrán en la etapa post-coronavirus. Esta etapa de recogimiento forzado nos invita a tener nuevas conversaciones; este distanciamiento social, donde estamos en convivencia intima con nosotros y con nuestro entorno mas cercano, es la ocasión de recordar por qué estamos aquí, cuál es nuestro lugar y nuestra misión en este mundo, en esta vida.
Y es a partir de estas reflexiones, que debemos empezar a construir el mundo que queremos habitar una vez que esto termine. Shakespeare escribió una de sus obras principales, King Lear, cuando estaba en cuarentena por la plaga, Newton tuvo uno de sus periodos científicos mas productivos de su vida durante el distanciamiento social obligado por la peste bubónica, la gran plaga de Londres. ¿Qué futuro vamos a esbozar nosotros a partir del coronavirus?; ¿Qué futuro estamos diseñando a partir de las conversaciones que hoy estamos teniendo? Finalmente, señala Lledó, dentro de poco empezará a explotar la primavera, y en la próxima estación esas hojas se caerán y el año que viene saldrán otras. Esa es la continuidad de la naturaleza.
Epílogo.-. La pandemia actual puede no ser comparable con la Segunda Guerra Mundial, pero al igual que aquel evento que se desató en 1939, esta contingencia de salúd publica está borrando las diferencias sociales, de género y personales. Esta crisis no deja de ser nuevamente un llamado a la solidaridad y una oportunidad de construir una una nueva forma de vida. Yo, desde mi contexto, ya empecé a construir…y tu, ¿qué estas construyendo para este nuevo mundo?
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rogelio@humanleader.mx
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