“Síndrome del héroe equivocado: algunos empleados creen que deben estar activos todo el tiempo, o nada funciona”
Bart Lorang (presidente ejecutivo de FullContact)
Finales de diciembre, posadas, reuniones, tráfico, fiesta de la empresa, festival navideño, tráfico, vorágine de las últimas compras, cierre de año, tráfico, entrega de últimas facturas, el director quiere el reporte antes de salir de fiestas, tesorería está por cerrar, ¡uffff! . . .y encima, ¿yo tomar vacaciones?; pero no puedo, tengo aún tanto por hacer. . . ¡¡Detengan el mundo que me quiero bajar!!
Eduardo había visitado al medico de la empresa donde trabajaba. Hacía días sentía un molesto, aunque no intenso, dolor en el cuello. Al principio lo había imputado a una mala postura al dormir, pero después de un par de días el dolor continuó, el medico le recetó tomar un anti-inflamatorio. El dolor cedió, pero tan solo para ser reemplazado por un dolor de estomago que a lo pocos días desapareció; unos días después un una molestia en la pantorrilla que le impidió ir al gimnasio el resto de la semana.
Suele decirse que en toda oficina hay un adicto al trabajo que se niega a tomar vacaciones; pero no siempre el ser un workaholic es ese el único motivo. A veces, como líderes de organizaciones, mandamos señales negativas que hacen pensar a nuestros colaboradores que destinar tiempo para su bienestar será mal visto.
Eduardo se sentía irascible en casa y en el trabajo; él no se consideraba un adicto al trabajo visto desde la perspectiva de no tomar vacaciones o salir de la oficina a la hora adecuada; sin embargo, procuraba no hacerlo, igualmente era común que se quedara trabajando hasta tarde. Hacer lo contrario implicaría cotilleos y bromas de pasillo de su jefe y sus compañeros de trabajo.
La cultura de la empresa en la cual Eduardo laboraba reprendía “informalmente” a quienes tomaban vacaciones; los motivaba a trabajar más. No obstante, Eduardo también solía ser parte de esos cotilleos cuando sus compañeros tomaban vacaciones. —¡Otra vez vacaciones!— solía también él repetir alargando la primera “o” de la frase de forma sardónica. Cuando él las tomaba, le costaba trabajo delegar responsabilidades lo cual hacia que sus colegas y empleados se sintieran culpables y que Eduardo no disfrutara sus vacaciones por estar revisando pendientes desde su celular.
Los efectos negativos de no salir de vacaciones están documentados desde una perspectiva de satisfacción laboral, pero incluso de salud personal.
Un estudio de la Universidad Estatal de Nueva York concluyó qué si los empleados no toman al menos una semana de vacaciones al año, incrementan en un 30% la posibilidad de sufrir una enfermedad cardiaca. Así mismo este tipo de estrés puede incidir en anomalías como diabetes, obesidad o hipertensión; por otra parte, los altos niveles de estrés suelen ser un importante factor de insatisfacción y falta de compromiso laboral.
En nuestras empresas podemos ayudar a romper esquemas, eliminar el estrés, mejorar el animo y compromiso de nuestros colaboradores. Debemos procurar incentivar la “obligatoriedad” de las vacaciones y principalmente, eliminar las prácticas de “acumular vacaciones” para después; y de “pagar” las vacaciones no disfrutadas.
Epílogo.- Las primeras veces que tomas vacaciones suele ser complicado; después lo entiendes, ¿y sabes qué? ¡realmente lo disfrutas! Así es como funciona la relajación verdadera.
¡Felices fiestas de fin de año 2019!
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Este artículo fue escrito en abril 14 de 2016 y actualizado en diciembre de 2019
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