Ir al contenido principal

Cartas Devueltas.


El interior de la edificación, la cual siempre había calificado como espléndida, ahora le resultaba abrumadora; apenas había andado unos pocos pasos al interior del edificio cuando se detuvo de forma intempestiva por el estruendo que a cada paso sus zapatos producían contra el reluciente mármol del piso. El bullicio de los carros y peatones que circulaban por la calle Eje Central se mezclaba de forma confusa con el ajetreo de cada mañana del Palacio Postal, lo que incrementaba su turbación. Las imponentes columnas de hierro que sostenían al edificio, las cuales se le figuraban en aquel momento rígidos vigías que resguardaban el bronce de los pórticos, ventanillas y marco del enorme domo de cristal emplomado transparente, parecían vigilarlo.

Continuó su camino entre la marea de gente que ensimismada entraba y salía a paso presuroso de la Quinta Casa de Correos rumbo al barandal de hierro forjado y bronce ornamental que en lo alto tenia la leyenda “Entrega registrados primera clase internacional”

Ella estaba casada cuando él la conoció, su esposo era un funcionario gubernamental de medio pelo venido a mas, —Mediocre como amante y peor como persona— había dicho ella en aquella primera ocasión, un comentario que de inicio lo dejó desconcertado por su sinceridad. Estaban en la barra de un bar de la zona rosa de la capital del País, él observaba con poca discreción y de forma constante su bello rostro y el anillo de oro que llevaba en el anular de la mano izquierda cuando soltó aquella diatriba antes de dar el último sorbo a lo que parecía ser un Chardonnay; un caldo corriente a jugar por el lugar. —¿Nos vamos? — preguntó ella sin mas preámbulo poniéndose de pie. . . Y ahora más de dos años después, él era el que se encontraba de pie, pero ahora frente al barandal de entregas del correo de primera clase en espera de una respuesta.

—Primera clase— sugirió ella, —Es mas rápido y seguro, la correspondencia de segunda clase suele perderse o llegar, en el mejor de los casos, mucho tiempo después— apuntó con lagrimas en los ojos al tiempo que terminaba de abotonar su blusa para de inmediato salir de la habitación. Él, en vano, esperó que ella volteara al cruzar el dintel de la puerta para mandar un último guiño.

—Carta devuelta, señor— dijo amablemente el empleado postal al entregar el sobre con el matasello impreso en tinta negra sobre el timbre postal con la leyenda “1era clase”.

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vuelo privado con American Airlines

MONTERREY, N.L. Diciembre 10, 2014 (Sala de última espera del aeropuerto). —Todos los grupos pueden abordar ahora el vuelo 1272 con destino a Dallas, Texas— advirtió de forma divertida, pero protocolaria la representante de American Airlines; tomó con formalidad mi pase de abordar y pasaporte; escaneó el primero y levantó el segundo a la altura de mi rostro para cotejarlo. Terminada la rutinaria revisión me sonrió al tiempo que apuntaba —Bienvenido Señor Segovia— Recorrí de forma rápida el anden de abordaje encontrando a mi paso rostros que reflejaban una mezcla de diversión y sorpresa para llegar finalmente a la puerta del avión y confirmar que tenía un flamante, nuevo (y vacío -por cierto) Airbus 319 a mi entera disposición. Los tres sobrecargos, Cindy, Linda y Julio, me recibieron con sendas sonrisas, tomaron mi abrigo y cuando iba rumbo a mi lugar, me invitaron a tomar asiento en primera clase; un ascenso previamente autorizado por el piloto de la aeronave. Me s

¿Por qué debemos estudiar humanidades?

Foto: Internet. ¿Qué son las humanidades? Las humanidades  pueden definirse y por lo tanto estudiarse desde una perspectiva académica; una publica como política de gobierno; o, desde una clasificación gubernamental-estadística para fines laborales. Bod, R. al preguntarse [1] ¿Qué son las humanidades?; señala que estas “son como la noción de "tiempo" en San Agustín: si no preguntas, lo sabemos, pero si preguntas, nos quedamos con las manos vacías” pero también apunta que “desde el siglo XIX, las humanidades generalmente se han definido como las disciplinas que investigan las expresiones de la mente humana”. Esta vaguedad trae a la mente la definición de Heidegger [2] del "ser" ya que “no sabemos lo que quiere decir "ser"; pero ya cuando preguntamos ¿qué es "ser", nos mantenemos en cierta comprensión del "ser"” Entonces, ¿no se puede define que son las humanidades?  La mayoría de las definiciones se centran en las ra

Observo, luego existo.

“Abre tus ojos y tu corazón a todas las inquietudes humanas, ninguna es ajena al coaching” Julio Olalla. He iniciado un viaje; no un viaje cualquiera. Este viaje no requiere de maletas, reservaciones o pasajes de avión; es más, ni siquiera es necesario tomar el carro para llegar a algún lado. Y sin embargo este viaje es más complejo, escarpado, con pronunciadas hondonadas y trayectos estrechos que cualquier otro que recuerde; he iniciado un viaje al vientre de la ballena. Y a diferencia de Jonás que exclamó a los asustadizos marineros de la atribulada embarcación que amenazaba con naufragar: “Tomadme y echadme al mar”, en mi caso fue por voluntad propia que decidí dar el salto rumbo al vientre de la ballena; un viaje de 9 meses, con sus días y su noches.  He iniciado el trayecto del ACP-el arte del coaching profesional;  un programa de formación y certificación de coaching ontológico con Julio Olalla (newfield network) a través de un proceso de aprendizaje transformacional p