Esa noche buscábamos algo sencillo, rápido y muy relajado para cenar. Fue así como dimos con la Pizzería del’Osteria del Caffè italiano, el cual es un local —que si no prestas la suficiente atención lo pasas de largo, como nos sucedió de inicio— adjunto al restaurante Osteria del Caffé italiano ubicado en Via dell'Isola delle Strinche 11-13 en Vienna. Es un local muy pequeño, de paredes de piedra y techos bajos de barro enjarrados con cal blanca y viejas vigas de madera.
El restaurante es atendido por dos empleados; un cocinero joven de tez blanca, espigado y con barba descuidada de tres días que lidia con maestría el horno de piedra al tiempo que amasa la mezcla de harina, sal y agua antes de mezclar los ingredientes de alguna de las tres opciones disponibles. El otro empleado, un señor de unos sesenta años, de cabello escaso y mirada amable, recibe a los clientes de manera por demás gentil, con un italiano chapurreado de español e inglés según sea necesario, mientras se desempeña por igual como mesero, cajero y administrador.
La pizzería tiene apenas 6 mesas, ofrece tres variedades de pizza, Margherita, Napoli, y Marinara y precios económicos. La elección de la noche fue una pizza Napoli, de una masa extremadamente delgada, y una cantidad de tomate que no compite con el queso. La Pizza nos maravilló por completo; un lugar sencillo y diminuto qué haces pizzas con arte.
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