Ir al contenido principal

Amo más la trama que el desenlace.


Como quien sabe que cuenta con la tarde entera; sin nada más que hacer que acariciar aceras. Ir y venir, seguir y guiar, dar y tener, entrar y salir de fase. Amar la trama más que el desenlace, amar la trama más que el desenlace.
Jorge Drexler

Existen dos libros que nunca terminé de leer. A mi juicio, ambos libros son muy buenos, un par de exquisitas novelas biográficas. Fue un deleite leerlas. Son de esos libros en los que llegas a perder la frontera de lo real y lo imaginario; donde a veces despiertas en la mañana y recuerdas cosas que no sabes si lo leíste, lo soñaste o realmente lo viviste. Ese parecito los leí despacio, sin prisas. A veces pasaban días sin que los tomara. Disfrutaba regresar a leerlos y comprobar que las historias seguían ahí, embeberme de los sueños y miedos de los personajes; disfrutar los logros y llorar sus fracasos.

Y en ambos casos, cuando faltaban pocos —poquísimos— capítulos, suspendía la lectura. No quería llegar al desenlace, no quería ser parte del momento donde todo se extinguía; prefería saber que contaba con la tarde entera, que podía “A paso lento, como bostezando, como quien besa al barrio el hilo pisando”. Amaba más la trama que el desenlace.  

Quizá por eso me gusta correr maratones. No estoy ahí por la meta, por el desenlace —aunque ese preciso momento de cruzar la meta lo disfruto como pocos en la vida— estoy ahí por los entrenamientos, por la disciplina de despertar muy temprano todas las mañana, por conocer y escuchar mi cuerpo, por sentir que hay entrenamientos exitosos, y entrenamientos donde realmente creo que no tengo absolutamente nada que hacer ahí. Donde en ocasiones, el par (o dos pares) de cervezas de la noche anterior me funden en mi entrenamiento, o las 350 escaleras subidas el día anterior al maratón me pasan factura en la carrera. O tan solo comprobar como con la disciplina de un año de entrenamiento logro romper mi récord personal.

Epílogo.-  En fin, descubrí que amo más la trama que el desenlace.

*foto tomada de Internet., de: http://noteniabillete.blogspot.mx/2015/10/la-trama-y-el-desenlace-de-jorge.html

Comentarios

Entradas populares de este blog

Vuelo privado con American Airlines

MONTERREY, N.L. Diciembre 10, 2014 (Sala de última espera del aeropuerto). —Todos los grupos pueden abordar ahora el vuelo 1272 con destino a Dallas, Texas— advirtió de forma divertida, pero protocolaria la representante de American Airlines; tomó con formalidad mi pase de abordar y pasaporte; escaneó el primero y levantó el segundo a la altura de mi rostro para cotejarlo. Terminada la rutinaria revisión me sonrió al tiempo que apuntaba —Bienvenido Señor Segovia— Recorrí de forma rápida el anden de abordaje encontrando a mi paso rostros que reflejaban una mezcla de diversión y sorpresa para llegar finalmente a la puerta del avión y confirmar que tenía un flamante, nuevo (y vacío -por cierto) Airbus 319 a mi entera disposición. Los tres sobrecargos, Cindy, Linda y Julio, me recibieron con sendas sonrisas, tomaron mi abrigo y cuando iba rumbo a mi lugar, me invitaron a tomar asiento en primera clase; un ascenso previamente autorizado por el piloto de la aeronave. Me s

¿Por qué debemos estudiar humanidades?

Foto: Internet. ¿Qué son las humanidades? Las humanidades  pueden definirse y por lo tanto estudiarse desde una perspectiva académica; una publica como política de gobierno; o, desde una clasificación gubernamental-estadística para fines laborales. Bod, R. al preguntarse [1] ¿Qué son las humanidades?; señala que estas “son como la noción de "tiempo" en San Agustín: si no preguntas, lo sabemos, pero si preguntas, nos quedamos con las manos vacías” pero también apunta que “desde el siglo XIX, las humanidades generalmente se han definido como las disciplinas que investigan las expresiones de la mente humana”. Esta vaguedad trae a la mente la definición de Heidegger [2] del "ser" ya que “no sabemos lo que quiere decir "ser"; pero ya cuando preguntamos ¿qué es "ser", nos mantenemos en cierta comprensión del "ser"” Entonces, ¿no se puede define que son las humanidades?  La mayoría de las definiciones se centran en las ra

Observo, luego existo.

“Abre tus ojos y tu corazón a todas las inquietudes humanas, ninguna es ajena al coaching” Julio Olalla. He iniciado un viaje; no un viaje cualquiera. Este viaje no requiere de maletas, reservaciones o pasajes de avión; es más, ni siquiera es necesario tomar el carro para llegar a algún lado. Y sin embargo este viaje es más complejo, escarpado, con pronunciadas hondonadas y trayectos estrechos que cualquier otro que recuerde; he iniciado un viaje al vientre de la ballena. Y a diferencia de Jonás que exclamó a los asustadizos marineros de la atribulada embarcación que amenazaba con naufragar: “Tomadme y echadme al mar”, en mi caso fue por voluntad propia que decidí dar el salto rumbo al vientre de la ballena; un viaje de 9 meses, con sus días y su noches.  He iniciado el trayecto del ACP-el arte del coaching profesional;  un programa de formación y certificación de coaching ontológico con Julio Olalla (newfield network) a través de un proceso de aprendizaje transformacional p