Imagen tomada de Internet
No es una pregunta menor, al menos no en mi caso. Mis primeros contactos con el periódico (El Porvenir y El Norte, ambos de Monterrey, Mx) fue a través de mis abuelos, mi afición se centraba en la sección deportiva y la nota roja. En cuarto grado de primaria el segundo recreo lo destinaba para leer el periódico Excélsior (del entonces D.F.) y poder leer información deportiva más allá de los equipos locales de fútbol.
En mis pininos de lector del periódico, la sección deportiva era básicamente para seguir el fútbol (y ahí terminaba las noticias deportivas, excepto los lunes que había un poco más que fútbol) y los monitos en la página 2C. La nota roja era una sección que ahora clasificaríamos de old-fashioned, donde se podía leer algunos borrachazos, machetazos, y peleas de barrio.
Los noticieros de televisión local y nacional fueron (total, absoluta y terminantemente) vedados de mi agenda. Los noticiarios locales centran su atención en la nota roja, deportes y clima. La primera presentada de forma estridente e inconsciente, la segunda decadente y alocada y la tercera de forma… bueno, digamos que siempre es bueno enterarse del clima. De los noticiarios nacionales y su enfoque en política y noticias locales de la capital del país los vuelven poco atractivos.
No creo que el periódico desaparezca en el corto plazo, pero en una época (aquí está mi cliché) de acceso global donde la comunicación de las noticias se da en tiempo real, leer noticias (en la versión impresa) de hace 24 horas no es muy atractivo. Los diarios deberían migrar hacía periodismo de investigación, análisis y opinión si es que quieren seguir cobrando una suscripción, o simplemente convertirse en fuente repetidora de noticias sin cobro de suscripción.
Y mi periódico local, como muchos otros, ha dejado de ofrecer eso. La investigación se ha vuelto prácticamente nula, el análisis es mínimo, y en la sección de opinión la experiencia, especialización y maestría de los editorialistas está desde hace ya un buen tiempo en éxodo hacía puertos mejor remunerados. (Recientemente leí en un periódico de circulación nacional —que no requiere suscripción en la versión digital— a una editorialista que se despedía de su columna pues les estaban bajando la remuneración económica por publicación)
Así que al día de hoy no sé porqué debería mantener mi suscripción del periódico impreso y digital.
Epilogo.- Aun mantengo mi suscripción —quizá— por la antepenúltima página de la sección deportiva de mi diario local.
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