Andrea, ingeniera en
sistemas, de 32 años de edad y soltera, consiguió un trabajo en una reconocida
empresa de software de su ciudad. Ella había dejado su anterior trabajo con una
experiencia de poco menos de 7 años para integrarse a esta organización que
estaba entre las mejores empresas para trabajar. Al poco tiempo de haber empezado
en este nuevo empleo, el CEO de la empresa, a la cual ella no reportaba, empezó
a incluirla en reuniones de trabajo que poco o nada tenían que ver con su área,
lo que le pareció un poco extraño, pero en principio no prestó mayor atención.
Esas juntas de trabajo
empezaron a migrar a cenas con el CEO y potenciales nuevos clientes, una
reunión en la cual era más propicio la asistencia un ejecutivo del área comercial.
El CEO empezó a asignarle a Andrea algunas actividades laborales de forma directa,
mezclando con comentarios de índole personal y menciones acerca de su futuro
laboral en la empresa.
“Era extraño y desconcertante,
pues no era una actitud que el CEO tuviera con mis pares” comentó Andrea en una
reunión con amigos de su antiguo trabajo. Poco tiempo después, al terminar otra
cena de trabajo y cuando se estaban retirando, el CEO le pidió quedarse un poco
más para platicar de una promoción laboral que tenía para ella, él solicitó dos
bebidas sin consultarlo con ella y puso una mano sobre la rodilla de Andrea.
Este tipo de acoso laboral jerárquico
que afecta más a mujeres pero también en hombres, suele ser el más frecuente en
México. En este los superiores piden favores de todo tipo a sus empleados, a
cambio de beneficios laborales ya sea en promociones o en compensación. El
acoso puede ser físico (tocamiento o acercamiento excesivo); verbal (con
comentarios lascivos o propuestas directas) y no verbal (gestos de connotación sexual)
En México, de acuerdo con el
Instituto Nacional de las Mujeres, en solo 2 de cada 10 acosos, quien cometió
el acoso es despedido. Seis de cada 10 personas que lo sufren, prefieren
renunciar antes que denunciarlo.
¿Cómo decir NO?
- Reacciona de forma
asertiva; explica de forma clara, precisa y educada algún comportamiento o
actitud que te desagrade.
- Procura siempre, y desde
un principio, poner límites.
- Evita conversaciones
personales y reuniones injustificadas fuera de horario laboral.
- En caso de existir,
utiliza la línea de denuncias confidenciales de tu empresa.
- Levanta una denuncia.
Epílogo.- Al momento de sentir la
mano del CEO sobre su rodilla, Andrea se levantó y marchó; a los pocos días
renunció a la empresa, la cual no contaba con un programa de denuncias confidenciales.
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