Al terminar el maratón; solo quería sentarme en alguna terraza a comer una hamburguesa y tomar el sol. Entré a una hamburguesería operada por unos hermanos árabes. Al ver mi medalla dijeron:
- Corriste el maratón; ¡felicidades!; pero ¿por qué tiene la medalla dibujado a Italia?
Después de mi confusión; risas mutuas y posterior aclaración que era no era Italia; sino la ruta en París; volvieron a felicitarme y me regalaron algún brebaje caliente que ellos identificaron como té. Ignoro que era; pero en segundos me reanimó.
Ese té bien valió esta medalla.
Por lo pronto; aquí mi medalla "Italiana" del maratón de Francia.
Epílogo.- ¡¡Aplausos!!
Comentarios
Publicar un comentario